Seguidores de Gustavo Cerati no quieren llorar su partida. Su ídolo musical no murió, sólo se transformó en una leyenda del rock en América Latina, y las leyendas son inmortales.
Tras separarse de Soda Stereo, banda que formó en el año 1982 junto a Héctor “Zeta” Bosio y “Charly” Alberti, Cerati explotó su creatividad y cimentó una carrera como solista con la que lanzó 5 discos: “Amor Amarillo, “Bocanada”, “Siempre es Hoy”, “Ahí Vamos” y “Fuerza Natural”.
Dos años antes de lanzar “Ahí Vamos”, Cerati pisó León para ofrecer un concierto en el Domo de la Feria, al que asistieron 2 mil personas… quienes ahora, se honran de haber visto la última presentación del músico en la ciudad, el 3 de diciembre del año 2004.
Lily Faith recuerda el día que conoció al ex líder de Soda Stereo, y aún puede sentir la emoción de aquél momento.
“El día que lo conocí fue el día que dio un concierto en el Domo de la Feria, donde presentó su disco ‘Siempre es hoy’, después de que terminó el concierto, varios amigos decidimos ir a un bar llamado Ikiliki porque dijeron que Favio, uno de sus músicos, pondría música ahí; la sorpresa fue que llegó Cerati pero no te le podías acercar, él quería privacidad; a pesar de eso fui a decirle varias veces que si podía tomarme una foto con él, se negó cuatro veces, pero siempre muy amable, me arriesgué por última vez y me dijo: ‘Perdóname pero de verdad no puedo, vengo a divertirme’, y le dije: ‘Perdóname tú a mí por insistir es que te admiro tanto, gracias Cerati’.
“Me fui y me alcanzó su mano y me dice: ‘Está bien tomemosla, me abrazó. Sentí que notó mi sinceridad, no era una falsa fan sino alguien que de verdad lo admiraba tanto. Jamás olvidaré ese detalle porque para mí su música fue un parteaguas en mi vida y amor por la música. Me acuerdo que a ese lugar no le cabían más de 50 personas, estaba en la calle Rocío en Jardines del Moral”.
Esa noche, antes de encontrarse con Lily, Cerati emocionó a distintas generaciones reunidas en el Domo, con “Amo Dejarte Así”, “Tu Cicatriz en Mi”, “Artefacto” y “Rombos”, las primeras canciones de esa noche.
Mauricio Martínez pasaba por un momento difícil ese mismo día, pero las vueltas del destino hoy le hacen recordar un encuentro inesperado.
“Ese día tenía a alguien muy querido en el hospital, estaba deprimido y no quise ir al concierto, ni a buscarlo, pero fui a entregar un boleto de avión por ahí de la 1 de la tarde a donde era La Madame, me fui en mi moto y te juro por Dios y por lo que más quiero que justo cuando iba pensando en Cerati me dije a mi mismo: ‘Este cabrón de seguro ni se asomará para nada hasta el concierto’.
“En eso me tocó que se quitara el rojo del semáforo y avancé hacia mi destino cuando volteo ¡y lo veo parado!, playera azul, sombrero, lentes oscuros y tenis blancos.
“Me paré enseguida y me regresé en la moto por la banqueta y lo saludé, no tuve nada que decir porque estaba impresionado, me dijo: ‘Vamos a comprar botas, dicen que aquí están buenas’, y se atravesó caminando hacia la Central”.
A mitad del concierto de ese diciembre, alguien del público agitó una playera de Argentina y otro sacudió su camisa del último concierto de Soda Stereo en México.
Un coro resonó en el lugar ¡Cerati Cerati Cerati Cerati!, gritó el público al unísono, enseguida el músico regaló más piezas de su genialidad: “El Rito”, “Vivo”, “Ameba” y “Paseo Inmoral”.
Baltazar Martínez y sus hijos Diana, Farit y Esaú fueron de los pocos que pudieron atraparlo poco antes de su salida de León.
“Fuimos de los únicos que pudimos platicar un rato con él, después se fue a comprar unos zapatos”, comentó Baltazar, quien resaltó la amabilidad del argentino en todo momento.
Para Julio Ortega, el empresario que acercó a Cerati a León, su muerte representa una gran pérdida por la indiscutible influencia que su música tuvo en la vida de millones de personas.
“Para la gira de ‘Ahí Vamos’ no estaba incluido León, la venta de boletos no había sido lo que esperaba y esa misma tarde con Cerati en el hotel donde se hospedó, teníamos que decidir si se hacia o no el concierto. La pérdida iba a ser la misma así que decidí hacerlo, estaba ya en el Domo por comenzar el concierto, yo estaba tras bambalinas y a través de la tela lograba ver a la gente de las primeras filas sobre el hombro de Gustavo”.
“La gente estaba extasiada gritando, ver la cara de esa gente que pagó su boleto, ver cuando cayó el telón y empezaron los primeros acordes, todo valió la pena, los asistentes salieron felices”, recordó Ortega, quien hoy no se arrepiente de haber tomado la decisión de entregar a Cerati a su público de León.
Para el final de su concierto hace una década, Cerati regaló a los fans de Soda el tema “Sobredosis de TV”, pero el momento sublime de aquélla noche fue al interpretar “Vuelta por el Universo”.
Su despedida llegó con “Primavera Cero”, otro éxito de Soda Stereo, para culminar con “Puente” y un “¡Gracias por venir!”.

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