El mayor problema con el que cuenta la agricultura en nuestro estado es la falta de interés de la sociedad joven de integrarse en el sector primario, comentó el expositor Carlos Pomareda del Taller de Capacitación para el Desarrollo de Centros de Transformación Rural.
“Uno tiene que diferenciar lo que son problemas implícitos a la agricultura, tenemos que tener una estrategia mejor para la participación de los jóvenes, porque la población mayor ya está dejando la agricultura y lo jóvenes no quieren quedarse”.
El también representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) mencionó que proyectos de emprendedurismo así como programas de difusión podrían contribuir a la pérdida del temor por la agricultura.
“La gente no se mete en la agricultura, porque no hay una imagen positiva (…) la sociedad desprecia mucho la agricultura, es sólo para perder plata, para qué te metes en la agricultura sólo para morirte de hambre”.
Otra problemática que ha ocasionado lesiones en la agricultura, está directamente relacionada con el tema del agua, “hay 40 mil productores que se beneficiarían mucho por agua” agregó que si bien muchas de las tierras no son del todo productivas el agua contribuiría en gran medida en el desarrollo.
Señaló que el acercamiento a las grandes empresas sería una estrategia para solucionar el problema de abastecimiento del vital líquido, “crear nuevos mecanismos financieros para la agricultura, aproximarse a Nissan y empresas grandes- vamos a luchar por el agua, pero ayúdenos a crear nuevos mecanismos para reactivar la agricultura-”.
Además de ello recalcó la importancia de adjuntar el trabajo de las Secretarias Estatales con aquellas de agricultura y el desarrollo rural “el tema agricultura y desarrollo rural no tiene que ver sólo con las Secretarías de agricultura, con las otras como información, educación y tecnología”.
Respecto al mercado mundial, explicó que el miedo a la alza de los precios, a la escasez de energía y agua, y la inestabilidad climática ocasionó una inestabilidad en la inversión en la agricultura, lo cual se vio representado en una disminución del PIB latinoamericaco del 20% al 7% en sólo 30 años.
Sin embargo reiteró que se trata de una disminución en la agricultura pero un aumento en las agroindustrias, tratándose de un error contable y de interpretación.