Los corralones de Salamanca están repletos de pipas, camiones, camionetas y contenedores asegurados por la Policía ya que están en investigaciones por nexos con robo de hidrocarburos desde el año pasado.
Un terreno de poco más de cinco hectáreas ubicadas en la comunidad de San Juan de Razos ya está al límite de su capacidad por el exceso de vehículos pesados asegurados por las autoridades estatales y del municipio.
“Hasta pensamos en comprar otro terreno más para ampliarnos, ya está casi al límite el lugar y todos están a disposición del Ministerio Público, por aseguramientos en operativos o porque la Policía los detuvo porque trasladaban contenedores y no pudieron comprobar que era gasolina legal”, dijo uno de los responsables del corralón.
Algunos de los camiones y camionetas han sido asegurados por las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) en caminos rurales, y la mayoría de las pipas han sido aseguradas en operativos de la Procuraduría de Justicia del Estado en almacenes, como los encontrados en la comunidad La Manga en julio pasado.
“Con eso que ya se han llevado algunas pipas porque se han aclarado las cosas, de vez en cuando siguen trayendo más vehículos, porque los han detenido”, dijo otro de los encargados del corralón.
En el corralón, a simple vista, existen más de 20 “salchichas”, alrededor de seis camiones y aproximadamente 10 camionetas, además de un número no cuantificado de contenedores de mil litros.
“Ya están vacías, las autoridades, por seguridad, les sacan el producto para evitar algún accidente, otras que posiblemente sean liberadas, se entregan con todo y el producto”, dijo el trabajador.
Los vehículos están amontonados, por lo que es muy difícil maniobrar para sacar uno y son las mismas autoridades ministeriales las que ordenan a quién y cuándo entregarlas a los propietarios, pero mientras se llevan a cabo las diligencias para acreditar ilícitos, permanecen resguardadas.
Adicional al corralón local, la Policía Federal Preventiva y la Procuraduría General de la República, cuenta con depósitos de vehículos asegurados en el sistema carretero federal de la localidad, pero son enviados Celaya, Irapuato o Yuriria según el lugar del aseguramiento.
Los aseguramientos también han sido originados porque al momento de la revisión, no concuerdan los números de serie o datos de la documentación del carro con la factura de compra de gasolina, diesel, gas o combustóleo; los vehículos presentan alteraciones de identidad, pues podrían ser robados o había flagrancia para asegurarlos en lugares cercanos a tomas clandestinas de Pemex.

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