Una hora después de un intento de robo en una tienda Barneys de Nueva York, Amanda Bynes trató de salir de otro establecimiento sin pagar la mercancía. 
En Barneys, Amanda trató de salir con un sombrero de 200 dólares. La gente de seguridad la detuvo y ella aseguró que no era su intención robar, sino que un fan la estaba siguiendo y ella se puso el sombrero para ocultarse. 
La dejaron ir a condición de que no volviera entrar a la tienda, pero después vivió un incidente similar en la tienda Pookie & Sebastian, de ropa para mujeres. 
Ahí, los empleados no reconocieron a Bynes, pues pensaron que era “una adicta vagabunda medio desnuda”, indica el portal TMZ. 
Como la vieron en actitud sospechosa, bailando y murmurando sobre la cirugía plástica, comenzaron a seguirla y se dieron cuenta que trataba de salir del lugar con una camisa entre los brazos. 
Un empleado la detuvo y le preguntó si iba a pagar, a lo que ella respondió “¿realmente tengo que comprar esto?”, para finalmente comprar la prenda de 128 dólares con su tarjeta de crédito. 

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