Ser un músico en León no es cosa fácil.
Más cuando se tiene que hacer uso del ingenio para sobrevivir por 15 años en una carrera que muchos consideran como un hobby.
“Cuando te preguntan ¿a qué te dedicas? y dices que eres músico, muchos lo ven como un hobby y no es así, esto es como un trabajo, al que te dedicas, al que tomas en serio y ése ha sido el gran problema, al menos para los músicos de León”, confesó Pablo Méndez, vocalista del grupo Cristeros.
Hoy la banda celebra 15 años de mantenerse en escena; una escena de la que se han decepcionado, en la que intentan sobrevivir y en la que, al menos en Guanajuato, son referente de convocatoria para abrir a bandas importantes.
“Los teloneros oficiales de Guanajuato”, “los más conocidos”, “los que hacen el ambiente”… son algunos de los adjetivos que califican a Cristeros, que sin pena ni gloria, celebran este fin de semana más de una década de dedicarse a satisfacer la necesidad de música.
“Nosotros no hacemos covers, le damos un toque divertido y es lo que la gente entiende, hay bandas que hacen covers perfecto y nosotros entretenemos”, confesó.
La historia de Cristeros comenzó en 1999, con el resto de los integrantes del grupo “Avándaro”: Joel, Omar, Saúl, ‘Dañado’ y Pablo; la casa de Joel Aguirre era el escondite para soltar las ideas, el tiempo pasó y poco a poco algunos saltaron del barco, al final sólo quedaron los nuevos miembros ‘Tacuba’ (bajo), Saúl ‘El muerto’ (guitarra) y Pablo (voz), adoleciendo de una batería de la que se hizo cargo ‘Tolín’.
Así nació Cristeros, nombre que adoptaron por la historia de la familia Méndez.
“Necesitábamos un nombre que identificara a la banda, pero a la vez a la ciudad y no había mejor que ése”.
A partir de entonces la banda emprendió un viaje al Distrito Federal, la experiencia fue un poco decepcionante.
“Si no sonabas a bandas como Inspector, Panteón Rococó, no te hacían caso. En los carteles, de 15 bandas, 14 eran de ska y las demás éramos la resistencia”, platicó.
En ese tiempo, Cristeros grabó su primer disco “Aurora” el que les abrió las puertas de muchos lugares, entre ellos El Mekatez, el primer bar de Centro Max que confió en ellos y les dio trabajo tras su regreso de D.F.
“Fueron los primeros que confiaron en nosotros, luego se fue abriendo el mercado y más bandas nos reconocían, nos hablaban y así fue que comenzamos a mantenernos en escena”.
El reconocimiento fue tal que pronto le estarían abriendo los shows a El Tri, La Cuca, Jaguares, Rata Blanca, Auténticos Decadentes, La Castañeda, Armando Palomas, Anabantha, Charly Montana, entre muchas otras bandas. En la mayoría de las tocadas, Cristeros aparece en la publicidad del evento.
“Hemos sabido estafar bien a la gente. Sin embargo, los tiempos cambian y tocar en bares ahora no es lo mismo que cuando comenzamos, ahora los espacios son más pequeños y las ganancias se dividen entre todos. Lo que los músicos hemos estado haciendo es entrar a inversiones y manejar nuestros propios negocios, porque ser sólo la banda de un bar ya no resulta rentable”, consideró.
Con canciones rezagas y siete años de no entrar a estudio, los 15 años son un detonante para entrar de nuevo y seguir como la resistencia.
“Vamos a sacar esas canciones, explotarlas, nosotros seguimos grabando, lo hacemos cada dos meses. La idea es entrar al estudio, a sacar esas canciones que han estado esperando a ver la luz”, finalizó.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *