Ante el constante crecimiento de la industria y la disminución de tierras para la producción agrícola, el Instituto Tecnológico de Roque (ITR) desarrolla proyectos de investigación que reduzcan los costos y mejoren las semillas genéticamente a través de la aplicación de las nuevas tecnologías.
El director de la institución, Teodoro Villalobos Salinas, indicó que los proyectos de investigación son un trabajo que realizan como parte de los compromisos que tienen con la sociedad, en donde se involucra la participación de los alumnos a fin de que sus conocimientos sean aplicados.
“La industrialización que está viviendo todo Guanajuato nos debe alegrar, porque nos abre el panorama de una economía mejor, pero también sabemos que tenemos que ir de la mano, tenemos que ser muy paralelos al crecimiento de la industria primaria y el Tec de Roque tiene esa responsabilidad; una muestra de ellos son sus investigaciones”, expresó Villalobos Salinas.
Señaló que en 88 años, el Tecnológico de Roque ha evolucionado con los cambios del país, a través de la aplicación de las nuevas tecnologías que se ven reflejadas en las múltiples investigaciones en las que se trabaja dentro de la institución con la vinculación de diversos organismos.
Investigan cultivos resistentes a la sequía
Con la participación de investigadores del INIFAP se han identificado en variedades de frijol diversos genes que toleran la sequía y genes de respuesta al uso eficiente del agua.
“La identificación de estos genes posibilita la apertura de diversos cambios de investigación, proporcionando bases moleculares y fisiológicas de los mecanismos de respuesta ante la sequía y el uso eficiente del agua que posteriormente sean aplicados a estrategias para obtener y/o mejorar diversas especies o cultivos de interés agroalimentario susceptibles a sequía”, explicó Juan Gabriel Ramírez Pimentel, uno de los investigadores que participa en este proyecto.
Señaló que ante la necesidad de la optimización del uso del agua, es necesario trabajar en la identificación de los genes que desarrollen la tolerancia a la sequía.
Automatizan cambios climáticos en invernaderos
Para modificar los factores climatológicos en un invernadero, el departamento de Sistemas y Computación desarrolla dos proyectos a través de los cuales se pueda lograr este propósito.
En uno se diseña un control electrónico para automatizar los sistemas de apertura y cierre de compuertas, y el riego; se busca controlar las variables climatológicas adecuadas para el cultivo mediante un software y hardware a bajo costo, explicó el profesor Jorge Alejandro Hernández del Razo.
El segundo consiste en la reunión de una base de datos que ayude a determinar modelos de comportamiento de los cultivos que han sido sometidos a indicadores climáticos.
A través de algoritmos, se pretende que brinden la interpretación de los factores climatológicos, un estudio completo de los factores la producción en determinados cultivos, así como la ubicación de las variables para la toma de datos.
“Si bien existe tecnología que puede controlar la automatización de las variables climatológicas en el invernadero, ésta no necesariamente cubre las necesidades del ambiente y llegan a ser costosas sin poder explotar al máximo dicha tecnología”, explicó el especialista.
Optimizan la labranza y la conservación
El Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo, conjuntamente con la Secretaría de Agricultura Federal y la SDAyR han implementado un programa para mejorar la productividad de la agricultura tradicional: Masagro. El programa consiste en implementar estrategias, entre ellas la labranza y la conservación.
Así se ha logrado financiar el proyecto de labranza y conservación para Apaseo el Alto, en donde radica la producción de temporal, y cuyas condiciones climatológicas y de infraestructura dan como resultado bajas producciones.
La propuesta es regresar a las prácticas tradicionales de la agricultura que se basan en mover el suelo lo menos posible y dejar en él la mayor cantidad de materiales orgánicos para que lo provean de protección contra los diversos factores ambientales y así mantener la estructura del suelo.
Esto permite tener una mayor permeabilidad del agua de lluvia, mayor almacenaje para el desarrollo de los cultivos, acumulación de materia orgánica que propicia el desarrollo de los microorganismos, y mayor fertilidad.
Mejoran el maíz de zonas marginales
El ITR trabaja en mejorar la semilla del maíz para que resista a la sequía, tenga rendimiento y resista a las plagas y a las enfermedades.
Este proyecto implementado desde hace 15 años, se tendrá listo en ocho años y está dirigido al 80% de los productores que se dedican al riego de temporal.
Y es que Mariano Mendoza Elos, investigador del proyecto, explicó que en el país aproximadamente el 80% del terreno total se siembra de temporal; se trata de productores que no cuentan con la infraestructura, ni recursos necesarios para optimizar la producción.
Además trabajan en otro proyecto que consiste en la colecta de maíz de varias zonas, para adaptar las mejores líneas productivas y abastecer a las zonas donde escasamente llegan las empresas productoras de semillas.
Así se producen semillas para escasos recursos de suelo, y se reducen los costos hasta un 50% en la compra del saco de las semillas de 20 kilos, explicó Guadalupe García Rodríguez, representante del departamento de Fomento Productivo.
La búsqueda de mejoras en las cosechas de maíz es importante, ya que a nivel mundial esta semilla ocupa el primer lugar de producción; tan sólo en México se siembran alrededor de ocho millones de hectáreas y en el estado se siembran alrededor de 400 mil hectáreas.