“Aquí cesan las agitaciones de la vida”: Hermenegildo Bustos. Así reza una leyenda colocada afuera del cementerio municipal de Purísima del Rincón, donde este domingo se espera la visita de cientos de personas para visitar a sus seres queridos.
En este panteón, se encuentran los restos de cientos de personas originarias de este municipio, pero curiosamente no están los de Hermenegildo Bustos, el hijo pródigo de Purísima.
Hay cientos de tumbas, de niños, adolescentes, adultos y ancianos, personas de todos los sectores de la sociedad y oficios.
Entre las tumbas más significativas están la de los curas Luis Montes Rodríguez, quien falleció el 13 de diciembre de 1978 y de Juan Pérez Magaña, el 9 de febrero de 1981, quienes llevaron las riendas de la iglesa en Purísima del Rincón.
La celebración del Día de Muertos en este municipio es especial, ya que los vivos visitan a sus muertos y les ofrecen flores, bebidas y los alimentos preferidos durante los días que permanecieron en la tierra.
También estarán presentes grupos musicales como mariachis, banda y troqueros, quienes ofrecerán a diversos precios, canciones frente a la tuma del ser amado.
Juana Ramírez, quien se dedica a vender flores afuera del panteón, indicó que esperan buenas ventas, sobre todo de flor de cempasúchil, la cual es conocida sobre todo por ser uno de los adornos más populares en las tumbas y ofrendas de este Día de Muertos.
De color amarillo intenso, el tallo de la cempasúchil puede llegar a medir hasta un metro de altura, mientras que sus botones pueden alcanzar los cinco centímetros de diámetro.
Por ello los mexicas, durante la época prehispánica, la eligieron para tupir con cientos de ejemplares los altares, ofrendas y entierros dedicados a sus muertos.
Visita a sus difuntos
Año con año, la señora Andrea Centeno Rosas, acude a la tumba de sus padres a celebrar el día de los fieles difuntos, en el Panteón Municipal de Purísima del Rincón.
Este viernes, a dos días de que en el país se festeje el Día de Muertos, Andrea acudió con dos de sus sobrinas a retocar las tumbas de sus padres, con pintura blanca y letras en color oro.
Asegura que acude con mucho gusto a visitar con sus padres, puesto que ellos la adoptaron al igual que a cuatro hermanos más.
“Mi mamá se llamaba Josefa López Dominguez, ella falleció el 30 de enero de 1990 y en su tumba le escribimos la siguiente leyenda: “madre, que descanse tu alma en el seno de Dios nuestro padre, y viendo su luz tu nos ilumines desde el cielo, mil gracias; recuerdo de su esposo e hijos adoptivos”, comentó.
Su padre se llamaba Gabino Canuto Rodríguez Domínguez, quien falleció cuatro años después que su madre, el 22 de marzo de 1994 a los 94 años.
En su tumba se apuntó la leyenda: “no estén tristes, mi Dios es un Dios libre y libre me quiso crear a su imagen y semejanza de su propia libertad, recuerdo de sus hijos adoptivos”.
Lista venta de flores
Comerciantes de flores y arreglos están listos para la venta del fin de semana, y con las visitas a los panteones tienen esperanza de que sea una buena fecha para terminar su mercancía.
Desde hace dos meses la familia de la señora Aurora Santibáñez comenzó la elaboración de la base para las coronas, desde chicas hasta unas más grandes; compraron su mercancía y comenzaron a preparar los arreglos de flor artificial, para todos los gustos hay flores.
Para este año, la señora Santibáñez y su familia rentaron un espacio cerca del panteón del fraccionamiento San Miguel, dice “Pues ahora hasta rentamos este terrenito, ojalá salga para la renta y se recupere lo del material que invertimos, tenemos esperanza en que la gente que venga a visitar se lleve flores y arreglos”.
En el espacio que rentaron acomodaron sus flores y trabaja toda la familia, mientras unos arman los ramos de flores de Cempasúchil y la mano de León, acomodan los arreglos de flores artificiales, desde jarrones chicos y grandes, hasta cruces.
También adornan las coronas, que hay dos tamaños que son los más vendidos, chico y mediano, a su esposo le lleva media hora terminar de arreglar una corona.