Una manzana, un elote o hasta un plato de mole con arroz, son algunas de las “comidas miniatura” que se pueden encontrar en la Feria de los Alfeñiques, que cada año se instala en la Plaza Fundadores.
La mayoría de los artesanos que se dan cita cada octubre en ese  provienen de familias que tradicionalmente elaboran alfeñiques, por lo que se han dedicado a mantener vigente el consumo de este dulce típico de la celebración de Día de los Muertos.
Color, sabor y sobre todo mucha tradición se vive en la fiesta desde 1994, que forma parte del Festival de la Muerte.
Esta festividad llena de color es organizada por la Asociación de Artesanos “Leopoldo Cárdenas”, pues fue precisamente él, maestro de artes plásticas, quien comenzó hace años a reunir a los artistas del dulce.
En la plaza además de los alfeñiques se ofertan chocolates, dulces típicos, figuras y demás adornos alusivos a la festividad.

Aprendió de su mamá

El azúcar glas, la clara de huevo, pasta de heladura y la grenetina no son sólo ingredientes para María Guadalupe, son una forma de recordar su pasado y tenerlo bien presente.
María Guadalupe Alonso contó cómo desde pequeña apreció el arte dedicado a la creación de figuras de alfeñique, pues su mamá se lo inculcó y ella fue la única de sus hermanos que quiso seguir con esta artesanía.
“Desde niña disfruté mucho hacerlos, pero venderlos me encantaba, yo me sentía importante al tener mi mesita para venderlos, lo disfruto mucho cuando los estoy haciendo”, recordó María Guadalupe.

Casado con la tradición

Desde que contrajo matrimonio, hace 20 años, Manuel Valadez Gallegos conoció la tradición de la fabricación de alfeñiques, y ya no la dejó.
Él es uno de los artesanos que ofrecen la dulce tradición a los leoneses en la Plaza Fundadores, pues desde hace dos décadas su suegra lo introdujo en dicho mercado, al que año con año no le falla.
Su suegra, una mujer de la tercera edad, es quien elabora todas las figuras que van desde calaveritas hasta frutas.
“Es realmente algo familiar y que va de generación en generación, todos los hermanos han sido artesanos, la señora nos ha inculcado a yernos e hijos continuar con la tradición”, platicó.
Además confesó que año con año, sus artesanías ‘luchan’ contra la tradición extranjera de celebrar el Halloween. “Queremos que sepan y quieran lo que es de aquí de México, que es todo lo del Día de Muertos”, dijo.

Sirve de terapia

Más allá del valor familiar que le significa la elaboración de alfeñiques, Esperanza Frausto Rangel ve en su trabajo una terapia que la hace sentirse mejor.
Esperanza tiene también toda una vida viviendo entre dulces y colores que celebran a la Muerte.
“Mi abuelita, mi mamá, yo, y los que siguen también continúan dedicándose a esto. Me gusta mucho, más que nada porque no se pierdan las tradiciones, las generaciones nuevas piensan lo mismo, en salvarlas”, comentó.

Señalan bajan venta

Artesanos instalados en la Plaza Fundadores desde el 17 de octubre y hasta el 3 de noviembre, señalaron que las ventas de sus dulces este año han disminuido considerablemente.
De acuerdo con la opinión de varios comerciantes, es debido a que comerciantes que fueron reubicados por las obras de remodelación en el Centro les quitan vista, además de que la falta de estacionamientos les afecta.
Hay quien asegura haber vendido apenas 300 pesos desde el día en que comenzó la feria.
“La verdad nos está yendo muy mal, las carpas que han estado levantando se van tarde, nosotros no nos vemos. Antes decíamos que con estas fechas nos alivianaríamos pero no hay venta”, opinó Manuel Valadez Gallegos.

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