María Estela Ruiz y José Domingo Méndez, papás de la doctora Paulina Méndez, sintieron en León el cariño que sus compañeros y amigos tenían a la joven.
Paulina fue homenajeada ayer en el Hospital General Regional, donde hacía su residencia en traumatología.
Poco después de las 8 de la mañana de ayer miembros de la comunidad médica, familiares y amigos de Paulina se reunieron en el auditorio de la Facultad de Medicina, a un lado del HGR, para recordar la vida de la doctora de 29 años.
David Alberto Garibay, residente de tercer año, fue el encargado de dirigir unas palabras durante la ceremonia, y agradeció a Dios la oportunidad de convivir con Paulina, a quien describió como una persona siempre entregada.
“Es difícil en algunas palabras definir lo que significó ella para nosotros, siempre he dicho que cuando pasan este tipo de situaciones mucho depende la relación que hayas tenido con la persona para definir… en mi caso, y de otros compañeros, somos a los que más nos afecta, no dejo de lado a los demás, sin embargo a nosotros creo que sí nos afecta bastante”, expresó.
Por su parte Carlos Antonio Gaona Reyes, director del HGR, también dijo unas palabras en memoria de Paulina.
“Cuando llegué al Instituto Nacional de Nutrición en la Ciudad de México se encuentra uno de todo, gente extraordinaria, hubo alguien que se caracterizó por su amistad, dispuesto a ayudar: fue mi maestro, el doctor Manuel Méndez Beltrán, primo mayor de Paulina; a través de él creo que la conozco perfectamente, al observar a la familia sé que son unidos y congruentes”, dijo el director.
Además los familiares recibieron el pésame del secretario de Salud del Estado, Ignacio Ortiz Aldana, y más tarde a una misa oficiada por la joven, al mediodía, acudió María Eugenia Carreño, esposa del gobernador Miguel Márquez.
Los papás de Paulina aseguraron que su visita a la ciudad donde radicaba su hija, originaria de Querétaro, los llenó de tranquilidad por las muestras de cariño que recibieron.
“(La señora Maru Carreño) nos comentó que estaba con nosotros, nos pasó el pésame y yo la verdad la vi solidaria con nosotros. La solidaridad era algo que a mí me interesaba, esa molestia que se tomó de venir en persona… muchas veces nada más dicen, y eso me deja irme tranquilo”, comentó José Domingo Méndez.
‘Les pido que no se olviden de ella’
Además de preocuparse por el tratamiento médico que requerían sus pacientes, Paulina Méndez Ruiz se preocupaba por el ser humano.
Esto lo descubrieron ayer sus papás mientras recorrían los pasillos del Hospital General Regional, que llegó a ser otro hogar para su hija.
Luego de la ceremonia en que sus compañeros recordaron a la joven, sus familiares tuvieron la oportunidad de conocer lo que ella hacía cada día; a cada área que llegaron, hubo al menos una persona que se acercó a mostrarles su apoyo.
Médicos y enfermeras les dijeron lo a gusto que se sentían al trabajar con Paulina y lo mucho que la extrañan.
“Desconocíamos completamente su ambiente de trabajo, lo único que sabíamos era lo que ella nos platicaba de sus pacientes, lo que ella sentía cuando llegaba algún anciano, le movía mucho el corazón que llegaran solos.
“Lo que les pido es que no se olviden de ella y en sus corazones pidan por ella”, dijo la señora María Estela a los compañeros de su hija.
“Vi muchas muestras de solidaridad con ella y también con nosotros, nos damos cuenta de que la querían y ella desarrolló lo que tenía que desarrollar, se llevaban muy bien tanto fuera como dentro del trabajo, eso fue lo que observé”, coincidió el papá.
En un pequeño convivio entre familiares y autoridades del hospital, la mamá de Paulina platicó de cómo cambió la oportunidad de ir a trabajar al Distrito Federal para quedarse en León, pues consideraba que es una ciudad segura.
“A mí me sorprendió mucho todo el revuelo que ha causado mi hija con su incidente, con su muerte, porque nosotros como papás nos dimos cuenta de lo que ella fue desarrollando aquí con estas personas, me decían que era una persona muy trabajadora y a pesar de que estaba desvelada ella estaba ahí, eso nos llena de mucho orgullo”, comentó María Estela.
Los papás enseñaron a Paulina a ser responsable y vieron que su esfuerzo tuvo frutos. En las personas con las que con las que convivía descubrió que su hija mostraba una humanidad enorme.
“Uno no sabía cómo se llevaba, sabíamos que trabajaba pero no sabíamos bien su desarrollo, fue una excelente persona para con todos, me doy cuenta de que ella platicaba con todo mundo, eso me da la fortaleza para seguir adelante, seguir el ejemplo de Paulina”, concluyó la mamá de la joven asesinada el domingo pasado en un asalto.