Según un estudio comisionado por asociaciones y empresas del ramo, uno de cada tres trabajadores laboran bajo esta modalidad a jornada completa o parcial.
Esto significa que un total de 54 millones de personas, el 34% de la fuerza laboral del País, desempeña trabajos externos a empresas y sin contratos laborales vinculantes.
Y, de acuerdo con los autores del informe, el trabajo autónomo ha crecido de manera exponencial en las últimas dos décadas.
“La gran recesión terminó de tumbar la idea de que el trabajo tradicional era lo realmente seguro, forzando a muchas personas a buscar otras alternativas”, cita el reporte, pagado por la Freelancers Union y la consultora Elance.
La mayoría de los freelance dice sentirse más seguro y reconocido en esa modalidad laboral que trabajando dentro de una empresa.
Incluso, el 77% aseguran ganar el mismo dinero o más que con un trabajo tradicional, mientras que 42% asegura que gana más.
“En el estudio consideramos también a aquellos que tienen un trabajo fijo pero desempeñan actividades como freelance fuera de su horario”, explicó la directora ejecutiva de la asociación, Sara Horowitz.
Según el informe, un 50% de los retratados -26.6 millones de personas- no tienen otra ocupación más que la de freelance.
El resto se divide entre aquellos que combinan trabajos convencionales con encargos (45%) y quienes mantienen una pequeña empresa, dando trabajo y coordinando a otros autónomos (5%).
“Se espera que, para el 2020, la mitad de los trabajadores sean freelance.
“Se está convirtiendo en algo intergeneracional y la mayoría de quienes son freelance prefieren seguir siéndolo”, explicó Jeff Wald, fundador de WorkMarket, consultora especializada en analizar el mercado laboral.
Según Wald, las prácticas que empezaron siendo lideradas por pequeñas y medianas empresas están llegando ya al mundo corporativo.
Así, otro reciente reporte indica que más de un 60% de las grandes multinacionales de EU tiene planes de aumentar sus encargos a trabajadores externos el año entrante.
Muchos directivos se sienten animados tras la implementación del llamado “Obamacare”, el nuevo programa de sanidad impulsado por la Administración del presidente Barack Obama, que obliga a las empresas de más de 50 empleados a ofrecer un seguro de gastos médicos.
Sindicatos, economistas ligados al Partido Demócrata y expertos laborales progresistas contemplan el fenómeno con preocupación.
“La tendencia es que los empleadores intentan descargar todas sus responsabilidades sobre los trabajadores.
“Deshaciéndose de todo tipo de relación contractual, no se ven obligados a pagar sueldos decentes, condiciones seguras, sanidad, vacaciones, etcétera”, dijo Thomas Palley, un conocido economista progresista y consultor de AFL-CIO, la mayor federación sindical del País.
Los entusiastas del nuevo paradigma, como Horowitz, creen que la calificada como revolución freelance está transformando todas las esferas de la sociedad y comparan su impacto con el de la Revolución Industrial.

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