Si todos los viajes fueran como el que provocó Ricardo Arjona en Poliforum, seguro miles de mujeres nunca se irían de los aeropuertos.
Un viaje a 14 mundos, una historia en cada canción, Ricardo Arjona volvió a León tras su última presentación con la gira “Quinto piso” (2010), para presentar “Viaje” tour con el que recorrió norte y sur de Latinoamérica.
Los más de 8 mil asistentes al show del guatemalteco tenían pase de primera clase para ver directo y sin escalas, al artista que provoca con sus letras y música.
Alrededor de las 7:40 de la noche, las filas para entrar a su show eran largas. El frío combinado con el malestar de no entrar a tiempo, provocó disgustos después de las 8 de la noche. Tras una espera de casi dos horas la molestia se disipó y en su lugar quedó la emoción reflejada en pancartas, bandas para la cabeza con la frase: I Love Arjona. El público tomó su asiento y fue testigo del andar de una maleta café que se paseó por el Centro Histórico de la ciudad en días pasados.
El sonido de un vagón ponía alertas y nerviosos a los cientos de fans que pagaron entre 2 mil y 500 pesos por un lugar en las distintas zonas: “Señores pasajeros, hemos llegado a la ciudad de León, favor de bajar y disfrutar del siguiente viaje”…
Así fue como alrededor de las 9:47 de la noche, se reveló el escenario: una estación de trenes, una especie de teatro musical flotante, desde donde apareció en una bicicleta y de forma desenfada Ricardo Arjona.
Los gritos no cesaron, incluso antes de su aparición y cantar “A la luna en bicicleta”, sencillo de su último disco. Los nuevos recuerdos de su visita estaban por dibujarse.
Arjona bajó de su unidad y arrancó con “El problema”, “Acompáñame a estar solo”, “Dime que no”, “Cuando, “¿Qué estás haciendo tú?” y “Desnuda”.
El compositor tomó una maleta algo vieja, se sentó y agradeció desde un carril de tren la presencia y esfuerzo de los asistentes.
“¡León, buena noche!, bienvenidos y gracias por el presupuesto, por la paciencia, por venir acá, sabemos que no es fácil y quiero agradecerles y decirles que hagan conmigo lo que quieran… ¿están listos para empezar?”.
Con el “Viaje”, el cantante recordó que para salir del cuerpo sólo se necesitan dos cosas: imaginación y una buena compañía.
“Invertebrado”, “El amor”, “Piel pecado”, llevaron a los asistentes a levantarse de sus sillas y realizar maniobras extrañas, tal como lo hizo  María Luisa Reyes, quien todo el tiempo sostuvo un globo en forma de corazón cuyo helio estaba por agotarse.
“¿Estamos bien?, desde acá los veo y puedo adivinar quienes tienen seis meses de novios, quienes tienen 14 años juntos. Esta canción habla de lo que va haciendo el tiempo, incluso en las parejas sólidas”.
“Cavernícolas”, la más aplaudida, trató el tema de la costumbre en las parejas. Para la famosa “Historias de taxi”, Arjona y sus músicos presumieron un lindo taxi negro. El momento más emocionante llegó cuando Lila, una fanática de Arjona fue la elegida para subir de entre decenas de seguidores en “Señora de las cuatro décadas”.
“Si yo invitara a la señora a quien le hice esta canción, seguro tendría 123 años; ahora voy a invitar a una señora de las cuatro décadas, pero debo advertir que con el frío yo me pongo peligroso y sólo habrá lugar para uno, así que tendrá que sentarse en mis piernas: ¿quién de ustedes tiene 40?”.
Lila se sorprendió al verse rodeada de los brazos de Arjona, su sonrisa fue indescriptible.
Tras la emoción, “Si el norte fuera el sur”, “Pingüinos en la cama”, “Te conozco”, “Sin daños a terceros”, “Lo poco que tengo”, “Te quiero” y “Apnea”, tranquilizaron a los corazones agitados.
“Fuiste tú”, seguido de un set acústico enamoró aún más a los ‘corazones invertebrados’. “Minutos” y “Mujeres” fueron el sello de la noche, una en la que el viaje hizo parada en la ciudad de León y continuará su camino por el resto de la República Mexicana.

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