Para lograr una educación integral es necesaria la participación de todos los sectores de la sociedad con un enfoque humanista, aseguró Monseñor Melchor Sánchez de Toca, secretario del Consejo del Pontificado para la Cultura del Vaticano.
Esto, dentro del evento ‘Diálogos sobre la Educación y Cultura, en el contexto de un mundo cambiante’,  que organizó la Pastoral de Cultura de la Diócesis de Celaya en el auditorio Tresguerras.
El futuro de un país pasa siempre por la educación y la educación no es sólo la escuela, la educación es toda la sociedad, la escuela, y sobre todo la familia, y toda la sociedad civil en donde actualmente se deja todo en manos de los docentes.
Monseñor argumentó que los maestros no siempre se sienten apoyados, comprendidos y los padres tampoco, los ritmos de trabajo no permiten que se dediquen al 100% a sus hijos y así resulta que la gran educadora es la televisión, pero la cual ha optado por el entretenimiento más banal.
Por ello, llamó a la sociedad presente a hacer desde su posición una evaluación y encaminarse a reforzar a la familia, pues indicó, es el centro de toda educación, y ejemplificó que en la crisis de Europa, al perder todo, en donde se refugiaron, fue en la familia.
“La familia ha sido la red que ha impedido el desastre que hemos vivido en Europa estos años.
“Ahora yo me pregunto si se hace lo suficiente por ayudar a la familia, todos los días nos damos cuenta que es un valor muy importante, pero que poco se hace para que la familia cumpla su función, turnos de trabajo imposibles, poca compatibilidad entre el trabajo y las mujeres, no hay ayudas familiares, no hay ayudas para el transporte, entonces las familias se ven muy solas, yo creo que está en el interés de todas las familias sanas donde salen buenos ciudadanos y buenos contribuyentes”, expresó.
Monseñor Melchor Sánchez de Toca, secretario del Consejo del Pontificado para la Cultura del Vaticano, señaló que en Celaya percibió esta participación, pues al escuchar a los diferentes representantes de la sociedad, estudiantes, padres de familia, empresarios, educación, quienes desde su perspectiva señalaron que es lo necesario cambiar para cumplir el objetivo de una educación integral.
“Yo creo que de aquí las personas salen dispuestos a trabajar más y mejor, quienes ya están trabajando se sienten reforzados, todos podemos hacer más.
“La tarea del educador siempre será la misma y después lo que hay que ofrecer no son medios técnicos, son grandes ideales que son los que hacen que cada uno se levante cada día, hay que dar grandes metas, fines y lo que había que preguntarse es si todo el sistema educativo y la familia ayuda a plantearse estos grandes preguntas de la existencia, que son las que dan sentido”, concluyó Monseñor.

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