Escuchar un disco de acetato o el reproductor MP3, tomar el libro de 250 páginas o el Kindle… el mercado se abre a las posibilidades de quienes prefieren lo tradicional sobre lo moderno y viceversa.
La cuestión no requiere de mayor explicación que el gusto de cada usuario. Y el baño no es la excepción.
Marcas como Moen han lanzado colecciones que se encargan de cubrir este tipo de exigencias, tanto las de un público que prefiere el estilo moderno, como de quienes gustan de diseños más clásicos.
Arris, en el lado contemporáneo, y Kingsley, marcando el contraste, son las opciones que la firma estadounidense propone para el baño, en las que también influye un diseño que se adapta al contexto de los hogares del siglo 21.
Inspirada en espacios como lofts y departamentos de aires minimalistas, la línea Arris sigue una tendencia de vanguardia y sofisticación que evoca una vida sencilla, pero no abandona el buen gusto.
Así definió Nancy Pérez, coordinadora de mercadotecnia de Moen, la propuesta que proyecta trazos limpios y sencillos, y que se presenta con accesorios de líneas rectas y formas tubulares como complementos ideales.
“Una colección contemporánea debe ofrecer un diseño muy pulcro que refleje vanguardia y que incorpore elementos innovadores que marquen la diferencia con respecto a las demás”, comentó Pérez.
Así surge Arris, la cual integra mezcladora de un solo mando, de dos manerales o empotrada, así como regadera y diferentes elementos que se adaptan al interiorismo.
En tanto, las nuevas tecnologías le dan al diseño un plus de modernidad, como es el caso de las especificaciones que permiten la distribución uniforme del flujo de agua, así como reguladores de presión y de temperatura.
“Todos los productos que componen esta línea son ahorradores, lo cual es una gran ventaja. Al utilizarlos, el usuario economiza hasta un 32 por ciento de agua y, de esta forma, contribuye al cuidado del medio ambiente sin sacrificar el desempeño y la experiencia”, explicó la especialista.
Aires de antaño
Encontrar estas propuestas de ahorro y tecnología, pero con acabados que evocan lo clásico, el barroquismo de la curva y la añoranza de los baños de antaño, es posible gracias a series como Kingsley.
“Esta línea se compone por llaves monomando con arco bajo, mezcladora de dos manerales, de pared, regadera y accesorios. Todos ellos con diversos acabados, entre ellos el bronce antiguo, con detalles claros y oscuros que dan una apariencia clásica en el ambiente”, precisó Pérez.
Las formas orgánicas discretas le dan a la serie un estilo que incluso se puede adaptar en interiorismo no tan tradicional.
“Creemos que es una línea conservadora que brinda a los amantes del estilo tradicional la oportunidad de hacer que sus baños destaquen de una forma muy elegante”, apuntó la experta.
Tanto Arris como Kingsley toman en cuenta la tendencia de los hogares modernos al reducir ciertos espacios, por lo que los diseños lucen más verticales, con accesorios que permiten optimizar estas áreas pequeñas sin dejar de lado la estética.