Una final chata en lo artístico entronizó al Atlético en el santuario de su eterno rival, donde cerró 14 años de desaires en los derbis.
No pudo elegir mejor día para no perpetuar la afrenta. Con la Copa en su poder, de paso dejó al Madrid con un ataque de nervios, expulsados Mourinho y Cristiano. Un reflejo de estos tres cursos tan volcánicos y de escaso botín.
En lo futbolístico, el Atlético estuvo por debajo hasta la prórroga. Los picos del partido fueron del Madrid, que se dio de bruces con los postes hasta en tres ocasiones. Una Copa que ya es la Décima.
Realista el Atlético, al Real no le hizo falta un contragolpe. Un córner de Özil y Cristiano por encima de todos. El portugués, en vuelo, cabeceó a la red. Pese a dar síntomas toda la noche de no estar en plenitud física, resulta imparable cuando toma pista.
La respuesta del Atlético fue más bien plana. Al igual que el Madrid, el Atlético se niega las bandas, exclusiva de sus laterales. Su camino es largo, colgarse de Diego Costa, la diana de todos para que el brasileño acueste la pelota. De ninguna sacó provecho Koke, el especialista en los lanzamientos, hasta llegada la prórroga, cuando Miranda puso a Neptuno en pie.
El ‘Atleti’ empató con maniobra exquisita de Falcao. Con Albiol a su espalda, el Tigre se revolvió son sutileza, se sacó a sus marcadores y trenzó una asistencia estupenda para Diego Costa.
Un empate como consecuencia de una propuesta ajena al repertorio colchonero: Falcao apareció como el centrocampista que no es y alguien citó a Costa por vía terrestre.
La igualada retocó de nuevo los papeles. Volvió el primer Atlético, el más contemplativo, y el Madrid inicial, con el mando.
El mejor Madrid irrumpió tras el descanso, cuando ya no cambió de marcha. Se sintió acuciado por la necesidad y donde antes hubo pisadas de gente como Essien o Khedira, comenzaron a dejar huella Özil, Modric, Benzema y Cristiano, que acabó expulsado.
No había noticias rojiblancas, el partido no tenía ida y vuelta, así que la final entró en una fase emotiva: el empeño del Madrid frente a la resistencia del Atlético.
El reto entró en combustión. Los blancos, contrariados por los malos guiños de la ruleta, frustrados y con Mourinho expulsado; los atléticos, con el colmillo apretado, de enredo en enredo para sobrevivir.
El partido tuvo un cambio de guardia hasta que Miranda llevó al Atlético a la gloria. A la cumbre en una noche inolvidable para los suyos: fiesta mayor en casa del odiado vecino.
Un Madrid sin algún premio de consolación que cierra así un trienio infructuosamente tormentoso.
Reconoce ‘Mou’ fracaso
Sin haber ganado Copa del Rey, Liga o Champions League, José Mourinho admitió haber fracasado.
No obstante, el estratega del Real Madrid hizo un balance de sus tres temporadas con los merengues, argumentando buenos resultados.
“He fracasado esta temporada. En la primera ganar una Copa que no se ganaban en veinte años. La segunda temporada ganamos la Liga y otra semifinal de Champions. En la tercera hemos fracasado por resultados y cuando las cosas van mal quien fracasa es el entrenador, no el jugador que falla ni nadie de la estructura”, dijo el portugués tras perder la Copa del Rey.
Recalcó la mala fortuna de su equipo con los postes y no señaló al Atlético como justo vencedor.