La Noche Buena y la Navidad han perdido su significado religioso, al ser vistas como unas fiestas comerciales, en las que la sociedad va olvidándose del nacimiento de Jesucristo, consideró el obispo de Celaya, Benjamín Castillo Plasencia.
Las fiestas decembrinas se han convertido en celebraciones que han perdido la verdadera esencia de la preparación a la llegada de Jesucristo, indicó Monseñor.
Dijo que en estas fechas la sociedad fomenta el consumismo en las tiendas comerciales y los diversos establecimientos que comienzan con la venta de artículos navideños, desde ropa, artículos domésticos, juguetes, alimentos y bebidas alcohólicas que son los adquiridos por las personas en estos días, gastándose sus aguinaldos y endeudándose más.
Con ello -dijo- se está perdiendo el verdadero valor de las fechas previas a año nuevo.
“Es un tiempo para reflexionar y reencontrarnos, actualmente hay posadas ahora como antes donde no cupieron José, María, donde se fomenta otra cosa que no es la unión.
“En lugar de mejorar nuestro beneficio fomentan otra cosa, más gasto; no se trata de exprimir a la gente, se trata de fomentar una verdadera comunión, una unidad, que estas fiestas de Navidad de verdad nos dejen más unidos comenzando por nosotros mismos, necesitamos reconocerlo para superar la situación que nos acontece y que la sociedad mejore”, expresó el obispo.
Mencionó que a partir de este domingo comienza un tiempo de preparación previo a la celebración de la Navidad, la cual está cargada de un gran simbolismo que rememora que Cristo nació hace más de 2 mil años, pero para el cual es necesario que cada una de las personas reflexione sobre sus acciones.
Hizo la invitación a la ciudadanía en general a vivir las fechas de preparación y reflexión sobre cada uno de los actos que afectan su entorno para recibir a Jesucristo en comunión con la familia.
“Que estas fiestas nos ayuden a superar, comenzando por nosotros mismos, para superar lo que nos acontece”, concluyó.

Delincuencia es producto del desamor

La continua alza en la inseguridad que se vive en el municipio es originada por la falta de acercamiento a Dios, indicó el obispo de Celaya, Benjamín Castillo Plasencia.
Dijo que al estar separados de Dios se busca el bienestar propio y no de la sociedad en general, es por ello que continuamente se presentan robos, los cuales -reconoció- cada vez son más violentos.
“Mientras nos alejemos de Dios y no lo tomemos en cuenta oficialmente como sociedad, vamos a hacernos guerra entre nosotros mismos; quien no ama a Dios no ama al prójimo y al revés.
“No tienen nada de raro que si nos olvidamos de Dios despojemos a nuestro hermano, busquemos sacar siempre ventaja y es lo que está sucediendo en la sociedad; San Pablo decía en la lectura que somos un pueblo rico en dones, termina diciendo: si no hay amor, de qué sirven, porque vamos a contraponerlos no a sumarlos”, expresó Monseñor.
Por lo que invitó a la sociedad en general a sumarse a mejorar través de su actividad pero con acercamiento a Dios para fomentar el amor entre unos y otros.

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