“Enseñar es aprender dos veces” (Joseph Joubert).
Hace más de 30 años, Elpidio Guerrero Baeza tomó la decisión de aprender muchas veces, al cursar su carrera como profesor.
Con toda una vida de aprendizajes y experiencias inigualables, Elpidio llegó a la recta final de lo que él considera, su mayor pasión; la docencia.
Para dar gracias a Dios por permitirle compartir cada su aprendizaje con cada uno de sus alumnos, de quienes aprendió grandes e importantes lecciones, el profesor Elpidio acudió al templo de San Judas Tadeo.
En la misa de Acción de Gracias, el profesor se mostró atento a cada una de las palabras que el párroco le compartió, además agradeció a Dios por las bendiciones en el transcurso de su camino profesional.
En la ceremonia religiosa, Elpidio contó con la presencia de la mujer que siempre lo ha apoyado en cada etapa de su vida; su esposa Angélica García, con quien formó una hermosa familia que integrada por sus tres hijos Angélica, Óscar y Daniel.
Luego de la recibir la bendición de Dios, el profesor disfrutó en compañía de sus seres queridos de una amena reunión en honor a su jubilación.
Adiós al magisterio
Con toda una vida de aprendizajes y experiencias inigualables, Elpidio llegó a la recta final de lo que él considera, su mayor pasión; la docencia.