Familiares y amigos dan último adiós a “Chespirito”

Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” recibió ayer el último adiós en una ceremonia privada con familiares y allegados.
El féretro con los restos de Gómez Bolaños, fallecido este viernes a los 85 años, arribó al Panteón Francés de la Piedad en una lujosa carroza fúnebre blanca seguida por policías motorizados y vehículos de familiares y ejecutivos de Televisa, la cadena para la que el famosos actor, guionista y escritor trabajó casi toda su vida.
En el restringido acto, con granaderos resguardando la zona para que ningún medio de comunicación o seguidor del comediante se infiltrara en el sepelio, familiares y amigos cantaron algunas de las canciones de las series de Chespirito como “Qué Bonita Vecindad”, de la emblemática “El Chavo del Ocho”.
“Hubo también cierta alegría, como él nos la hizo vivir”, explicó el actor Moisés Suárez a la salida del cementerio.
En las inmediaciones del panteón, ubicado sobre una transitada y céntrica avenida, decenas de seguidores de “El Chavo del Ocho” esperaron la llegada de la carroza.
“Gracias por tantas risas, te extrañaremos”, decía un cartel que llevaban dos adolescentes.
El chileno Sergio Alcayaga, enfundado en una camiseta de “El Chapulín Colorado” y luciendo una gran bandera de su país, viajó expresamente a la capital mexicana para poder dar su último adiós a su ídolo Gómez Bolaños.
“Es injusto que no nos dejaran pasar, sólo queremos despedirnos de un gran hombre que nos hizo reír. Yo lo conocí cuando fue a mi país en 2007”, destacó Alcayaga.
“Tomé el primer avión que encontré solamente para despedir a Chespirito, mi ídolo de infancia. Todo lo que podría decir de él es poco”, dijo este ingeniero electrónico de 41 años.
“Hasta pronto Chavo. No te vayas sin tu torta de jamón”, rezaba otro cartel que llevaban dos ancianos que llevaron al panteón dicho alimento como una ofrenda para Gómez Bolaños.
Con flores y regalos, los fans esperaron afuera del cementerio, junto con representantes de la prensa de varios países de América Latina, y se quejaban de que una treintena de policías les impedía la entrada al panteón.
“No nos dejaron pasar a acompañarlos en el dolor. Parece que no todos somos iguales y, si no fuera por todos los pobres, Chespirito no hubiera llegado adonde llegó”, dijo con lágrimas y una flor blanca en la mano una anciana de 70 años que esperaba poder estar presente en el entierro.
Empleados del lugar aseguraron que los gerentes del cementerio les avisaron con tres días de anticipación que preparan la capilla perteneciente a la familia Gómez Bolaños.
El entierro del mexicano duró poco menos de dos horas.
Intendentes afirmaron que estuvieron presentes Florinda Meza, su viuda, y Roberto Gómez Fernández, uno de sus hijos.
En punto de las 14:00 horas, se abrió la entrada al público en general.
Gómez Bolaños falleció en casa de Cancún, donde se trataba desde hace años de problemas respiratorios.