La intensa sequía que se registra en Guanajuato en los últimos tres años ha provocado que disminuya el número de cabezas de bovinos hasta en un 40 por ciento.
Eso ha generado una escasez de ganado y que se incremente el precio de la carne, afectando directamente al consumidor.
Los ganaderos han tenido que malbaratar sus cabezas de ganado antes que verlos morir de hambre en el campo ante la falta de alimento y de agua.
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Guanajuato, Guillermo Reynoso Zavala, dijo que hace tres años se tenía un registró de poco más de 1 millón 200 mil cabezas de ganado bovino, y de acuerdo al reporte del 2012 no llegaban a 800 mil cabezas.
“No podemos negar que no nos han pegado estos años se intensa sequía. Este año estamos levantando el padrón, y seguro que han disminuido más, debido a que los agostaderos están sobre explotados y no alcanza para mantener su ganado y no hay agua en los bordos”, señaló Reynoso Zavala.
Reconoció que el panorama es crítico para los grandes y pequeños ganaderos de la entidad, por lo que ya se han acercado con las autoridades de Sagarpa y Desarrollo Agropecuario para solicitar apoyos emergentes.
“Estamos haciendo gestiones para programas de apoyo y repoblar los hatos ganaderos y buscar otras alternativas de alimentación, con forrajes que requieran menos agua”, añadió el líder de los ganaderos.
Por su parte el presidente la Unión de Ganaderos de Registro de Guanajuato, Raúl Félix Aizcorde, dijo que la sequía ha generado que se haya sacrificado mucho ganado flaco.
“Los ganadero prefieren mandar a sus animales al rastro antes que verlos morir de hambre y de sed. Desde hace tres años la sequía causó estragos en el agro y disminuyó el hato ganadero en un 40 por ciento”, explicó Raúl.
Es por ello que el precio del ganado en pie (vivo) se cotiza arriba de los 34 pesos (antes costaba 26), mientras que la vaca (flaca y menor calidad) alcanza los 20 pesos, por lo que un kilo de bisteck se cotiza entre 78 y los 98 pesos, dependiendo de la calidad.
“Se ha sacrificado mucho ganado en los últimos tres años. El que aguantó la sequia lo está vendiendo muy bien”, añadió Raúl.
Por su parte el criador de ganado Angus, en el rancho Pozo Redondo, en Sierra de Lobos, Ernesto Dávila Aranda, también dijo que desde hace tres años, por la falta de lluvia y de pastizales ha disminuido la población de ganado.
Destacó que en el 2012 muchos ganaderos vieron morir a sus animales por falta de alimento.
Destacó que se requiere de apoyos gubernamentales para poder volver a repoblar las praderas.
Sin embargo los pequeños ganaderos han tenido que malbaratar su ganado.
Juan Manuel Zúñiga, de la comunidad de Duarte, reconoció que mucho ganado ha tenido que ser sacrificado y a un precio bajo.
“No te pagan más de 16 pesos el kilo en pie. Los introductores argumentan que es ganado flaco y que le sacan por carne. De cualquier forma el más pobre es el más afectado”, añadió.