El poderoso partido islamista de Túnez indicó el domingo que no respaldará la nueva coalición de gobierno del país en la próxima votación de moción de confianza.
Desde el derrocamiento de su autoritario presidente, los tunecinos han estado enzarzados en una interminable transición hacia la democracia que se suponía debería haber terminado con las elecciones y el nuevo gobierno.
El Gabinete presentado el viernes por el partido nacionalista Nidá Tunis, el cual dominó las elecciones, contiene sólo otro partido asociado, con lo cual la coalición cuenta con únicamente 102 escaños, menos de la mitad de la asamblea de 217 asientos.
El fracaso del nuevo gobierno podría tener implicaciones graves para la frágil nación que ha estado sacudida por agitaciones y problemas económicos desde la revolución.
“El país necesita un gobierno de unión nacional y consenso para realizar las reformas necesarias y materializar los objetivos de la revolución”, dijo Fathi Ayadi, del Partido Renacimiento Islamista, explicando su postura.
El recién electo presidente Beiji Caid Essebsi, quien fundó Nidá Tunis, había prometido un gobierno inclusivo, pero al final sólo un partido se uniría a la coalición, quedando vulnerable a la derrota en el Parlamento.
A pesar de una exitosa transición democrática que es única en la región, Túnez aún tiene serias dificultades económicas que requerirán amplio apoyo para ser enfrentadas.
Abdelaziz Kotti, un parlamentario de Nidá Tunis, dijo a The Associated Press que el apoyo al nuevo Gabinete no es unánime incluso dentro del mismo partido.

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