Las tecnologías que monitorean la salud de las personas desde su interior, para lo cual deben ser, literalmente, ingeridas por los usuarios, son una realidad desde hace tiempo.
Estos dispositivos ayudan a administrar medicamentos, buscan posibles tumoraciones o bien revisan la salud del paciente y mandan la información al médico para saber si es necesario hacer una revisión más exhaustiva o ajustar un fármaco.
Poco a poco, estos equipos han pasado las diversas pruebas de calidad, seguridad y eficiencia que solicita la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos, por lo que ya han comenzado a llegar al mercado, haciendo su uso cada vez más común.
Algunos ejemplos de los dispositivos que se comercializan con diferentes fines médicos son los siguientes:

PillCam
Es una cápsula aprobada en 2012 para realizar endoscopias y colonoscopías. La FDA  estadounidense la avaló como un equipo que puede utilizarse en pacientes en quienes las técnicas habituales no arrojaron datos concluyentes.
Obtiene imágenes durante su recorrido y busca, especialmente, pólipos que puedan llevar al desarrollo de cáncer.
Existen dos variantes de esta píldora, una llamada “Eso” que se enfoca en el esófago y otra llamada “Colon” que revisa el intestino delgado.
La píldora, de 3 por 1.1 cm, está formada por un endoscopio, una cámara de video que toma dos imágenes por segundo, batería, una antena y transmisor de radiofrecuencia.

Proteus Digital Health

Es un sensor ingerible diseñado para mejorar el monitoreo de pacientes y la comunicación con sus médicos.
Se trata de chips de silicón que lucen como pastillas normales, pero que contienen una serie de sensores que envían la información del paciente al doctor, alertando si es necesario ajustar algún fármaco.
Además de la pastilla, el paciente debe utilizar un pequeño parche en su piel que se encarga de enviar la información generado por el dispositivo a partir de su llegada a los jugos digestivos.
La información llega directamente al smartphone del médico para saber cuáles son los efectos de la ingesta de otros medicamentos que recetó a su paciente.
Entre la información recabada por el equipo destaca el ritmo cardíaco, la presión y temperatura.
El dispositivo es utilizado en Estados Unidos y Europa.

Dose Verification System
No precisamente se ingiere, pero sí se coloca en el cuello del paciente, para ayudar a revisar la dosis de radiación que recibe una persona tratada por cáncer.
Desarrollado por la Universidad de Birmingham, el equipo ayuda a revisar in vivo si las dosis de radioterapia para personas con cáncer de seno o próstata son las adecuadas.
El equipo de 2 milímetros, utilizado en Inglaterra mejora la protección de tejido sano que se encuentra alrededor de tumores.
Actualmente, la FDA revisa su viabilidad para ser utilizado en los Estados Unidos.

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