Si de transparencia se trata, los funcionarios del Gabinete del presidente Enrique Peña Nieto se pintan solos.
En sus declaraciones patrimoniales figuran desde placas de taxis con sus respectivos vehículos, ganado, esculturas, obras de arte, tapetes, motos acuáticas, lanchas, joyas y relojes.
Para Guillermo Ávila, analista de Fundar, este nivel de transparencia no es suficiente para conocer si los funcionarios estarían incurriendo en enriquecimiento ilícito, pues mientras algunos declaran hasta los muebles que compraron para su casa, otros ocultan por completo su declaración patrimonial.
Pero a diferencia de otros sexenios, cuando los integrantes del Gabinete optaban por no hacer públicos sus bienes, en esta Administración se encuentran declaraciones mucho más detalladas.
Destaca, por ejemplo, la casa del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray de 852 metros cuadrados que pagó de contado el 15 de octubre de 2012, y aunque no se detalla su ubicación, por la fecha de compra coincide con la de Malinalco, Estado de México, adquirida a Grupo Higa.
En el patrimonio de Alfonso Navarrete Prida, secretario del Trabajo y Previsión Social, se encuentran tres departamentos, cinco casas, y dos terrenos que, en conjunto, suman propiedades de 4 mil 836 metros cuadrados.
Además, tiene siete automóviles de lujo de marcas Mercedes Benz, BMW, Jeep, Chevrolet, Mini y hasta un Jaguar 1960. Esto, sin contar la adquisición de obras de arte y joyas que posee.
El titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, tiene dos departamentos, un terreno de 10 mil metros cuadrados, esculturas, antigüedades y tapetes.
Enrique Martínez y Martínez, titular de Sagarpa, cuenta con ganado vacuno y venados, además de inversiones en organizaciones privadas, terrenos, un edificio y una casa.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, no se queda atrás, pues tiene cuatro terrenos y un departamento, todos adquiridos entre 1999 y 2007.
Una lancha Mercury Boston Whaler es lo que más llama la atención en la declaración del titular de SCT, Gerardo Ruiz Esparza, quien además posee un BMW, cuatro casas, un departamento y un terreno.

Reguladores opacos

Contrario a los titulares de dependencias, los de órganos reguladores no hacen públicas sus declaraciones patrimoniales.
De ocho organismos en total, sólo el titular de una aceptó hacer públicos sus datos y fue Lorena Martínez de la Profeco.
Tiene en su haber seis inmuebles con un valor sumado de 13 millones 689 mil pesos en total y los cuales fueron adquiridos entre 1992 y 2009.
En contraste, los titulares de los órganos reguladores del sector energético, como Juan Carlos Zepeda, titular de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, o Francisco Salazar, de la Comisión Reguladora de Energía, no hicieron públicos esos documentos más que su trayectoria laboral y profesional.
Esta misma tendencia se repitió con Mario Di Costanzo, titular de la Condusef; Gabriel Contreras, del IFT; Mikel Andoni, de la Cofepris; Jaime González, de la Comisión Bancaria y de Valores; Alejandra Palacios, de la Comisión Federal de Competencia, y Gilberto López Meyer, titular de la Dirección de Aeronáutica Civil en la SCT.

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