No es la primera vez que comerciantes del mercado Eduardo Villaseñor Peña, se quejan del rezago económico que viven en ese recinto, ya con anterioridad habían expresado dicha situación, solicitando la ayuda de autoridades municipales para tener una mejor imagen y difusión que se reflejen en un mayor volumen de ingresos.
Desearían tener las ventas que en antaño, pero como no es así, algunos han preferido cerrar sus locales en el mercado Eduardo Villaseñor, para rentar en otro espacio donde aseguren un poco de ganancias.
Ubicación estratégica, pero no ayuda mucho
Juan Navarro Rosales, uno de los comerciantes pioneros de ese mercado, dijo sentir una profunda tristeza de ver el poco interés de los cuidados hacia ese espacio comercial, a pesar de su ubicación entre los límites de La Piedad y Santa Ana Pacueco.
El vendedor platicó que en un principio era llamado “mercado de artesanías”, y que su construcción fue principalmente para otorgar un espacio a tantos comerciantes ambulantes que colocaban sus puestos en la calle Aquiles Serdán.
Un segundo comerciante, Daniel N., dijo no explicarse porque existe apatía hacia dicho mercado, pues aunque muchas personas pasan por allí, son pocos los comercios que siguen operando en este lugar y que efectivamente tienen flujo comercial.
Igualmente otra locataria quién prefirió no revelar su nombre, externó su preocupación por la falta de ventas en el lugar, por lo que nuevamente pidió a las autoridades municipales voltear hacia este espacio, que como se puede observar, se encuentra en un rezago total.
Pese a sus quejas, los comerciantes también reconocieron que existe desunión entre los locatarios, un factor que les impide avanzar por el bien común.