Poncho Lizárraga aseguró que aún no está listo para reintegrarse a la Banda El Recodo porque su recuperación ha sido difícil, por lo que ahora la dirige desde la oficina.
El líder de la banda fue uno de los más afectados por el accidente en que participó el camión en el que viajaba la agrupación de Dallas a McAllen, Texas, a finales de agosto del año pasado, ya que se le rompió una pierna y se lastimó un brazo y el hombro, además de que tuvo fuertes golpes en la columna y en la nuca.
Agregado a los golpes físicos, Poncho ha tenido que lidiar con otras secuelas del accidente, como padecer trastorno de estrés postraumático.
“El trastorno de estrés postraumático sí era hasta cierto punto difícil porque eran tan locos los cambios de emociones que tenía, que era un poco complicado. Pero conforme pasó el tiempo entre terapias psicológicas y psiquiatras, he ido superando poco a poco esos cambios emocionales que alteraba a los de mi alrededor”, explicó Poncho vía telefónica.
Hasta que se sienta cien por ciento recuperado, agregó Poncho, se reintegrará a El Recodo como músico, a las giras y a los escenarios. 

“Ya cuando esté al cien por ciento estaré de regreso, por lo pronto me toca vivir esta etapa de recuperación y tengo que vivirla con calma, con paz, inteligencia y paciencia, y dándole tiempo a que el de ‘arriba’ me dé la oportunidad de decirme ‘ya vas al escenario’ o ‘tienes que esperarte mas’, al final del día, uno pone y Dios dispone”, expresó.
Además del disco que está preparando para celebrar el 75 aniversario de la banda, Poncho ayuda a la empresa familiar.
“He tenido la oportunidad de hacer otro tipo de actividades, leer otro tipo de cosas que ayuden a la empresa, me ha tocado ir a conferencias y otras actividades que antes no hacía, y eso me ha ayudado bastante para salir adelante de lo del estrés postraumático”, aseguró.
Poncho añadió que ahora valora más cada instante de la vida, y aprovecha el tiempo para reflexionar, estudiar, realizar actividades a beneficio de la banda y proponer campañas como la de abrocharse el cinturón que realizan en Los Ángeles, la cual quieren promover también en México.
“Nos dimos cuenta que no somos Superman, todos somos vulnerables, estamos expuestos, y en un abrir y cerrar de ojos te pueden pasar cosas bonitas y cosas horribles”, señaló.
“Estamos en pláticas con nuestra compañía para extender la campaña (de abrocharse el cinturón) porque sí sería importante no solamente compartirla con nuestros paisanos en Estados Unidos, sino también para crear conciencia con nuestra gente mexicana y latina, y hasta donde nos puedan escuchar”.

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