Desde las 11 de la mañana de ayer la Plaza Benedicto XVI, frente a la Catedral, comenzó a llenarse de fieles católicos.
Faltaba poco menos de una hora para que se llevara a cabo la procesión y bendición de ramos, pero los feligreses “madrugaron” para comprar sus ramos y tener la mejor vista y lugar durante el evento religioso.
Eran las 11:45 cuando las campanas que llaman a misa de mediodía pararon y decenas de católicos, grandes y pequeños, estaban ya listos en la entrada del Pasaje Catedral.
Diez minutos después el arzobispo de León, monseñor Alfonso Cortés Contreras, apareció en la plaza para encabezar a los más de 100 fieles que lo aguardaban.
Bajo el sol del mediodía los creyentes sonrieron con la llegada del Prelado, quien arribó para recordar la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén.
“Queridos hermanos, después de habernos preparado desde el principio de la Cuaresma con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy nos reunimos para iniciar unidos con toda la Iglesia la celebración anual de los misterios de la pasión, muerte y resurreción de nuestro señor Jesucristo, misterios que iniciaron con la entrada de Jesús a Jerusalén”, comentó.
“Acompañemos con fe y devoción a nuestro Salvador en su entrada triunfal a la ciudad santa para que, participando ahora de su cruz, podamos participar un día de su gloriosa resurreción”, añadió ante los asistentes.
Entonces Monseñor dio paso a la bendición de las palmas y pronto los ramos de diversos tamaños inundaron de colores y olores la plaza, demostrando la fe que se vive en León.
Tras ofrecer la bendición llegó el momento de presidir la ceremonia eucarística en Catedral.
Fueron apenas unos metros los que caminaron, pero la fe quedó demostrada una vez más gracias a la devoción con que los fieles cantaban y oraban.
Ya durante su homilía en la ceremonia eucarística en Catedral, el Prelado dijo que con el inicio de la Semana Santa hay que hacer una reflexión individual sobre cuál es la calidad con la que se lleva la vida.
“Es un día de reflexionar cuál es la calidad de nuestra vida, qué es lo que hemos hecho por este señor Jesús, qué es lo que estamos dispuestos y qué habrá nacido en nuestro corazón durante esta Cuaresma”, finalizó.
Conservan leoneses tradición de palmas
Ayer en los templos de la ciudad se podía ver a miles de leoneses cargando ramos y palmas los cuales, una vez bendecidos, se colocan tras las puertas de las casas para detener el paso del demonio.
De 10, de a 20 o hasta de 40 pesos, los católicos compran de acuerdo a su bolsillo con tal de cumplir con la tradición anual del Domingo de Ramos.
Son 20 los puestos de vendedores que se instalan tan sólo afuera de la Catedral.
Cade año estos comerciantes luchan por seguir vendiendo y mantener la costumbre.
Alejandra Uribe los vende desde hace 22 años. Ayer llegó a las cinco de la mañana para instalarse con calma.
“Son manzanilla y laurel para los fieles que buscan sanar algún mal o enfermedad. La manzanilla es por si están enfermos de los ojos o de algún dolor y el laurel para que no les falte la comida”, explicó.