Un bar cercano a la colonia Arbide, donde los meseros y encargados del lugar ayudaron a vender cuadros de corazones que Andrés pintó con motivo de un 14 de febrero, fue la chispa que detonó la bomba que hoy, después de 7 años, es Corazonadas.
Sus creadores, Jorge Mendoza y Andrés Fernández, han vivido altibajos de emociones desde que iniciaron la marca: la desilusión por no tener lugares en dónde exponer sus productos; frustración por no recibir apoyos de dependencias e instituciones; alegría por ver su marca en otros países y orgullo de saber que la piratería no ha podido derrumbar sus ventas.
La inquietud por llevar a cada hogar un poco de arte, y acercar a la sociedad a la cultura de la pintura y escultura, fue una de las razones que llevó a los empresarios a crear la marca Corazonadas.
“¿Cómo vamos a hacer para que la gente se acerque más al arte? Corazonadas surge como esa parte en donde queríamos fusionar mi obra con algo que la gente se pudiera llevar a su casa, una especie como de tiendita del museo, algo que hay en todos los museos del mundo; vas y ves una obra, obviamente no te puedes llevar la obra, pero sí algo que te puedes llevar, con la obra que te gustó. A la gente le da mucho miedo ir a exposiciones, la obra de Corazonadas es muy facil de entender, es arte utilitario”, dice el director Jorge Mendoza.
Ni artesanía ni arte
Ambos empresarios, comunicólogos de profesión pero artistas por vocación, emprendieron la aventura. Luego del éxito obtenido con los cojines de corazones, la obra fue inspiración para el nombre, pero fue también la posibilidad de crear algo nuevo
“La gente cree que el nombre es por los corazones, pero en realidad significa que te late algo, que tuvimos la corazonada de hacer un algo, con esos corazones que estabamos fabricando, fue un latido, un algo que nos dijo que teníamos que hacerlo”, comparte Andrés Fernández.
Al inicio fue dificil definir de qué era su empresa; sabían la idea de lo que querían que fuera, pero no podían registrarla como alguna en específico, por ser tan diferente a lo cotidiano.
“No es artesanía, ni arte, ni es diseño, es una combinación de arte, de arte objeto, es muy amplio, pero hemos llegado a lograr que todo eso sea lo mismo; no son cositas separadas, es un todo, la marca vino a suavizar esa parte del arte, hacerlo más humano, más cercano a la gente, más divertido, más colorido”, dice.
El rubro de la empresa que querían crear no estaba registrada en ninguna institución, no podían colocarse en algún segmento; la única referencia que tenían era la empresa mexicana Pineda Covalín, uno de los conceptos más parecidos al de Corazonadas.
Certifican calidad
“No todo fue miel sobre hojuelas, empezamos a acercarnos al gobierno, a instituciones, para crecer no sólo economicamente, también como marca, y lo mismo gobierno del Estado, Cofoce, no sabían donde colocarnos, porque no eramos ni artesanos ni una marca de diseño, ni de arte”, comenta Jorge, el director de la empresa.
Insistir y batallar fueron algunas de las tareas que Jorge y Andrés tuvieron que pasar para formalizar su empresa, que ahora cuenta con un departamento de logística, uno de ventas y uno más de diseño; tienen registradas su marca e imágenes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
“Somos la unica empresa en León, que tengo entendido que está certificada como una empresa que se dedica al 100% al arte objeto utilitario, tenemos un plan de negocios y una estructura de empresa, nos certificamos como una empresa de calidad, estamos certificados con Cofoce como la primer empresa de arte que puede exportar y que tiene su número de arancel y registro, todos estos certificados de calidad te hacen más fuerte como empresa”
Abren mercado
El crecimiento de corazonadas no fue inmediato, en León no había ningún lugar en el que les dieran la oportunidad de exponer su obra, ni de ponerla a la venta, y los jóvenes emprendedores sabían que necesitaban de una prueba para comprobar que su marca podría avanzar.
El 28 de agosto de 2008, como parte del Festival Internacional de Arte Contemporáneo en León, expusieron por primera vez postales y alrededor de 80 cojines; la sorpresa fue grata al ver que todos los productos se vendieron en sólo dos días.
El mercado local les ofrecía un público que podría ser buen comprador, pero no un lugar en dónde proyectarse, así que salieron de la ciudad y comenzaron a participar en bazares de otras ciudades, una de ellas Guadalajara.
“Empezamos a abrir mercados, no en León porque no había un lugar dónde exponer, no había bazar para exponer diseño leonés. Nos fuimos a Guadalajara que tiene años con bazares de diseño, tiendas, galerías que se dedican a esto, y empezamos a abrir nuestros mercados. Fue posicionar a Andrés como un artista plástico, pero también fue como una sorpresa, porque empezamos a crecer demasiado, fue tanta la apertura que tuvo Corazonadas, que no había otra marca que hiciera eso”, dice Jorge.
Llega el apoyo
El impacto que comenzó a tomar Corazonadas fue tal, que las autoridades de León voltearon a ver el proyecto y a abrir puertas.
“Fue el boom que el Gobierno e instituciones de León y Guanajuato se empezaron a acercar para ir a sus eventos, ya nos abrieron las puertas como un nuevo producto o un nuevo rubro, en León sí ha habido mucha gente que nos ha apoyado, que nos han abierto las puertas, que nos han brindado ayuda, que nos han comprado cosas.”
Ahora hay más apertura hacia el arte por parte de los locales, fueron las exposiciones y proyección de otras ciudades lo que los ha hecho llevar la marca a otras partes del mundo.
Actualmente para la empresa trabajan 30 personas, cuatro están en directa relación con los dos pilares que son Andrés y Jorge y entre proveedores y costureras, hay 28 personas más. Además tienen convenios con empresas como HDI Seguros, Poder Judicial, Banco del Bajío, Hotel Radisson y Proquimed para hacer regalos a sus empleados.
No al Palacio… por ahora
Jorge y Andrés pretenden que la marca siga creciendo y llegando cada vez más rápido al conocimiento del público, pero todo a su manera y tiempo
“Se nos han acercado Liverpool y Palacio de Hierro, querían meternos como un producto de diseño. Las políticas de las tiendas no son convenientes y todavía no queremos. Las empresas a veces no son capaces de solventar tanto dinero, no es un buen negocio estar en una tienda de ese tipo, no es nuestro momento. Nos ha funcionado mucho estar en bazares, eventos. A nosotros nos ha servido mucho porque te capitalizas completamente, vendes bien y tienes muchísima información de la gente”.
La personalidad de cada figura pintada por Andrés le da un concepto propio a los productos, que hace que la gente se identifique con la marca. Para ellos, el éxito que ha tenido, no radica en los gráficos mostrados, sino en el empeño con el que cada uno de ellos está hecho.
“En lugar de darte mucha técnica te doy mucho corazón, es un producto hecho con cariño, Corazonada no vende lujo pero sí calidad. No tenemos empaques de envoltura, nuestro público a final de cuentas son chavos y jóvenes que pueden comprar un producto a buen precio y que lo van a adquirir con mucho cariño”, menciona Andrés.
Llevan su arte al mundo
La marca Corazonada es reconocida en países como Francia, Colombia, Australia, Egipto y Estados Unidos, pero una de las políticas de la empresa es no vender sólo por vender.
Sus compradores por mayoreo deben tener cierto perfil, para no dañar la imagen de la marca que ha costado muchos años construir.
“Hay gente que ya nos pide productos para poner tiendas, pero sólo les vendemos a ciertas tiendas, que vayan al mercado para el que Corazonadas va dedicado, no sólo que sea alguna de regalos, sino que tenga un concepto como el que nosotros hemos creado para la marca”, dice Jorge Mendoza.
“Ahora que ya nos reconocen en París, El Cairo, Colombia y Australia, tenemos un poquito más de apertura. La gente nos empieza a buscar a nosotros y empiezan a ver que hay muchas opciones de arte objeto y no sólo una parte a la que estabamos acostumbrados”.
La marca también ha sido utilizada por figuras públicas como Lila Downs, Norma Lazareno, Consuelo Duval, Juan Manuel Bernal, Vicente Fox y Martha Sahagún.
En cierta ocasión, mientras visitaban el restaurante de la actriz Silvia Navarro, se dieron cuenta de que una de las salas dedicada a que los visitantes pidan matrimonio a sus parejas, estaba ambientada con productos de su marca.
Piratean marca
El reconocimiento que obtuvieron a nivel nacional e internacional fue también factor para que la marca pudiera ser pirateada.
Y es que en una ocasión Nicolás Alvarado, presentador de la sección de cultura en el programa matutino “Primero Noticias”, salió al aire con una corbata con diseños de Corazonadas, siendo que la marca no vende este producto.
“La gente igual nos quiere piratear las bandas, las hemos visto idénticas, pero en eso se quedan, después no las volvemos a ver. Cuando tú haces algo y tratan de copiarlo, tú ya vas un pasito adelante o dos, porque estamos constantemente ideando”.
Establecen alianza con ‘¡Ay Güey!
Los emprendedores de Corazonadas establecieron una alianza con Miguel Angel Rodríguez, dueño de la cadena de tiendas ‘¡Ay Güey!’.
Esta alianza les permitirá tener presencia nacional, en las 34 tiendas de la peculiar marca de moda mexicana.
“Empezamos a venderle cojines pero eran muy estorboso, era muy caro mandarlos. Entonces comenzamos a hacer bandas para el cabello, muy de la onda de ¡Ay Güey! Y es lo que más le vendemos hasta ahora, tenemos 38 modelos de bandas”, explicó Andrés Fernández.
El propio dueño de ¡Ay Güey! pidió el año pasado unas imágenes para hacer una colección de ropa con las imágenes de Andrés Fernandez y con los productos de Corazonadas.
“Con ¡Ay Güey! nos ha reconocido muchísima gente, le dio muy buena proyección en otras ciudades de México y del mundo”.
La marca Corazonadas se encuentra en proceso de instalarse en un lugar fijo como tienda.
Por el momento se pueden encontrar a la venta en el Museo de La Salle, la Hacienda San Cristobal y la tienda Amaranto en el centro de León, así como en su tienda virtual.
“Queremos una tienda bien puesta, que se puedan hacer franquicias. Ya contactamos con un arquitecto. Queremos que se pueda franquiciar en algún momento”.