Cuando Jahir Ocampo entra al agua después de lanzarse de tres metros de altura, aún puede escuchar a la gente gritar de emoción.
En su casa, sus reglas. Así ocurrió toda la competencia, pero si hay algo que recordar es el clavado con dificultad de 3.8 grados, el último y con el cual la gente enloqueció de alegría al ver al mexicano llevarse el primer lugar de la prueba trampolín tres metros varonil.
“Sentía a la gente dentro de mí, sus gritos, aparte estaba muy concentrado en lo que tenía que hacer, fue algo muy importante y bonito con toda esta gente que apoyó en todo momento”, dijo.
Tercer oro en los Grand Prix, el año pasado en el realizado en Guanajuato, la pasada fecha en Alemania y aquí en León.
China durante la competencia fue su mayor rival, siendo Jianfeng Peng quien le siguió el paso en cada clavado.
Aun así el asiático quedó en segundo por no superar los 498.25 del mexicano. Su mejor marca fue de 486.45 y del alemán Martin Wolfram sólo se vio un tercer puesto con 448.55 puntos.
“Confianza es la base del éxito, desde que estoy en el trampolín, me siento mejor que en otros años y eso siempre tienes que demostrarlo”, comentó después de saludar a su gente de lejos y a quienes durante la prueba les levantó los brazos para pedirles más apoyo.
El clavadista logró una de sus mejores marcas al momento, estuvo a dos de llegar a 500, pero no pudo por errores en la salida del trampolín al tercer y cuarto clavado, de seis que tiró.
Semblante serio y concentrado al finalizar después de celebrar, ahora asegura que su mente está en los Juegos Olímpicos de Río 2016, a los que espera clasificar, después de su participación en Londres 2012.
“Aunque no se dio el oro en mixtos, debemos trabajar, pero ahora eso esta atrás y vamos con nueva meta y son los JO”, dijo el clavadista, quien dio la quinta medalla a México.

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