Para disfrutar de una buena obra de teatro no se necesitan grandes espacios, lujosas butacas ni entradas costosas.
Así lo demuestran los diversos grupos de teatreros independientes de León y los foros locales, llenos de buen arte y diversidad.
Aunque por lo general estos grupos no tienen un apoyo total, en septiembre pasado seis de ellos tuvieron la oportunidad de participar en el diplomado “Práctica de vuelo, Rutas emergentes, una mirada a la nueva dramaturgia mexicana”.
Es uno de los programas académicos del área de formación de la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, que se realizó con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Instituto Cultural de León.
Luego de poco más de seis meses de trabajo, las obras están listas para ser vistas.
La tutoría del diplomado estuvo a cargo de Fausto Ramírez, mientras que la coordinación de dirección y de producción fue de David Jiménez Sánchez y Luis Manuel ‘Mosco’ Aguilar Farías, respectivamente.
El grupo de docentes estuvo conformado por Rodolfo Obregón, Sandra Muñoz, Fernando Payán, Patricia Gutiérrez, Antonio Castro, Víctor Zavala, Lola Bianchin y Alberto Villarreal.
De los seis, cuatro proyectos fueron apoyados con 50 mil pesos para cubrir la producción. A continuación hablamos sobre estos cuatro.
Cabe destacar que los otros dos proyectos también están por “levantar el vuelo”. “Los radioactivos”, con Carolina Segura en la dirección y Roberto Mosqueda en producción, planea estrenarse en julio próximo, con Eulalio Nava, Eduardo Chávez y Paola Arenas en el equipo.
También “Desarrollo Teórico-matemático de un desamor” de Nora Coss, que tiene sede en Guanajuato capital. Carlos Hernán y Cristina Almazan tienen la dirección y producción a su cargo, de la obra que busca llegar también a Michoacán.
Crean espejo con espectador
Un laberinto de identidades es lo que se vive en la obra “Para satisfacción de los que han disparado con salvas”, de Alberto Villarreal.
Se trata de un monólogo interpretado por el actor Francisco Márquez, bajo la dirección de Maru Jones y la producción de Ludwing van Gallardo.
El pasado 27 de febrero y durante marzo se presentó en el Foro Luna Negra ubicado en el 125 de la calle Ignacio Altamirano, en el Centro.
“(La obra) confronta al personaje que puede ser cualquiera, nosotros quisimos bajarlo a una especie de predicador, Mesías, como quiera llamarse, que hace una confrontación, se expone y saca a flote toda su incapacidad, al exponerse termina por crear un espejo directamente con el espectador”, explicó Maru Jones.
Debido a la complejidad del texto, la directora señaló que buscaron definir los conceptos inspirándose en personajes como indigentes y presos, para lo que se realizó una extensa investigación de campo.
La obra permite a cada espectador generar su propia interpretación.
“Es un homenaje a esas personas que parecieran que no tienen un discurso verbal, pero sí físico y homogéneo”, comentó el actor.
Para niños
Con 10 años de trabajo, el Golem arranca funciones y festejos con la obra teatral “Las casas con olor a pez apestoso dan asco”.
Diversión y mucho aprendizaje es lo que verán los niños con esta pieza de la autoría de Luis Eduardo Yee.
Con Eduardo Rosales Urbina en la dirección y Lulú Mancera en la producción, la obra infantil llega a la Casa Golem. En el equipo de nueve integrantes, una de las actrices tiene nueve años.
“Ese ha sido la línea de trabajo que hemos seguido, teatro para niños, hecho por niños, disfrutamos el trabajo, nos gusta mucho trabajar con niños, nos ha funcionado”, dijo Eduardo Rosales.
La historia trata de dos personajes Ralph, un gigante absurdamente gordo, y Tomás, un niño no muy pequeño, quienes están perdidos en un ambiente de guerra y buscan su destino o el lugar al que pertenecen, o su casa.
“Nos habla de la amistad en un momento difícil, del crecimiento de niño a pubertad, de lo difícil que es crecer, y sobre la búsqueda de nuestro destino”, explicó Lulú.
Además de lo escénico, los artistas tuvieron como reto el acercar a gente de otros sectores al teatro, y ésta cuenta con música de Charles Modulation.
Reflexiona sobre amor
La obra “Amor-desamor según la Real Academia”, de Myriam Orva, no ha sido escenificada, más que en una lectura dramatizada. Rita Gil y Salvador Romo, directora y productor, serán quienes lo hagan por primera vez. Su discurso es simple, el amor.
Ojo de Cíclope es el nombre de este grupo que está conformado por quienes integraban otras agrupaciones, y con esta producción arrancan.
“Nuestra manera de trabajar es en base a todos los temas de índole amoroso, nosotros nos preguntábamos cosas sobre el amor, sobre concretar relaciones”, dijo Rita.
La obra plantea la dificultad de concretar relaciones amorosas, cuáles son las reglas del juego, y al mismo tiempo refleja que no hay reglas.
“No te garantiza nada el que conozcas a alguien una noche en un bar y pueda ser el amor de tu vida, o que tengas un año viviendo con alguien y sigas sin conocerlo, por lo que siga indefinido si es el amor de tu vida”, expuso la directora.
El poder contar con asesoría de tutores reconocidos es algo de lo que más rescata este grupo de teatreros.
“Tener tutores y maestros como los que tuvimos no es tan fácil, y menos que vengan a la ciudad, lo mínimo era clarificador en muchas cosas”, opinó Salvador.
Critican burocracia
Con talento de San Luis Potosí y Jalisco, “Monólogos para dos actrices y un cerdo con gastritis”, se presenta los próximos 9 y 10 de abril. Dos actrices y un peculiar personaje se unirán en esta obra, un puerquito forma parte del proyecto del Colectivo Alebrije.
Además, tiene la particularidad de que la autora, Sara Pinedo, es también quien dirige, mientras que Óscar Rodríguez Guzmán está en la producción.
Dinora Medina, Viridiana Gómez y “Guillermo Serrano” -el cerdito- serán los protagonistas en la obra que es una crítica a la burocracia.
“Es un ensayo escénico porque no hay en sí una historia que contar de la forma tradicional”, dijo Sara Pinedo.
La obra está inspirada en los cinco años que la autora vivió dentro de la burocracia. “Es como concretar eso en una pieza que mis compañeras ejecutan”.
La crítica a la burocracia y al funcionamiento de organismos en general, se basa en cómo las personas tienen sueños, de los cuales se van alejando por diversar situaciones hasta llegar a ser lo que no querían.
“Sí especificamos que es un universo como el de las máquinas, en el que se despersonaliza a los individuos para formar una serie de engranes a favor de una institución”, explicó la autora.
El productor aseguró que el público se sentirá identificado con la puesta en escena que refleja algo de lo que ninguno escapamos.