Un espectacular con la imagen de Cara Delevingne desnuda para una campaña de publicidad ofendió al barrio de Brick Lane.
La modelo de 22 años aparece en una piscina en una pose sugerente en la que se pueden ver parte de sus senos y su trasero, en una publicidad para el perfume Black Orchid de Tom Ford.
El barrio, que cuenta con una fuerte comunidad musulmana, no estaba contentos al ver a Cara Delevingne desnuda en una valla gigante.
Un sector del vecindario opinaba que la publicidad era ofensiva y degradante para las mujeres, otros consideraban que era inapropiado ubicarlo donde los niños lo pudieran ver o cerca a iglesias o mezquitas.
El escándalo fue tal que el organismo regulador de la industria publicitaria en el Reino Unido, el Advertising Standards Authority (ASA), defendió la publicidad con el argumento de que la pose de Delevingne es “sensual y sexualmente sugestiva”, pero no “explícita”.
La ASA rechazó las demandas de retirada del cartel de Hanbury Street de algunos residentes que lo consideran “inapropiado” para los menores y potencialmente ofensivo para quienes frecuentan los lugares de culto –mezquitas e iglesias- de esa zona.
Aunque no se retiró, se ordenó que la valla debe estar ubicada a por lo menos 100 metros de una escuela.
Cara Delevingne es una de las modelos más solicitadas del momento. La británica ha llegado a ganar más de 8.000 euros al día y tiene más de ocho millones de seguidores en Instagram.