La actriz María Elena Velasco, ícono de la televisión mexicana por su personaje de La India María, falleció a los 74 años y el tema fue Trendig Topic en redes sociales con más de 4 mil menciones hasta la mañana de ayer.
Recientemente, la también directora y guionista había sido hospitalizada en la Ciudad debido, de acuerdo con allegados, a que padecía cáncer en el estómago.
Una fuente que pidió el anonimato había revelado que el estado de salud de la intérprete era delicado, pero que sus familiares directos habían preferido mantener la situación en privado.
Por su parte, Ivan Lipkies; hijo de Velasco, no quiso revelar si el cáncer fue causa del deceso y prefirió asegurar que se debió a causas naturales.
“Esa información realmente no es relevante, no interesa las causas de su fallecimiento.
“Prefiero reservarme esa información, porque es un momento difícil para la familia que nos queremos reservar”, declaró el director de la cinta “La Hija de Moctezuma”, última película de la actriz quien casi siempre produjo, dirigió y estelarizó sus propias cintas.
Lipkies no quiso revelar si los restos serán velados o incinerados y mucho menos cuál será la última morada.
Un ícono mexicanopor excelencia
Quizás no fue la imagen más adecuada de la indígena mexicana, pero María Elena Velasco se esforzó por vestir y dar color a un personaje que trascendió durante más de 40 años en el cine y la televisión.
Tampoco fue la primera actriz trágica ni la más versátil, pero el humor casi inocente que dio a esta caracterización es digno de tomarse en cuenta.
El personaje que anduvo a lomos de su fiel Filemón, su burro inseparable, y cuya mayor agresión fueron los golpes accidentales, fue uno de los más populares de los 70 y 80.
Comenzó en cine con un papel de cuadro en “El Bastardo”, en 1968, junto a Tito Junco y Rosa María Vázquez.
Para inicios de los 70 La India María encabezaba la cinta
“Tonta Tonta… pero no Tanto”, y de ahí en adelante fue la heroína rural por excelencia que el pueblo parecía anhelar.
Fue María dentro y fuera de la pantalla. No hubo otra caracterización… ni otro peinado: las trenzas con listones de colores fueron su sello distintivo. Pero, contrario a los actores que se sienten encasillados, ella disfrutó siempre de esa interpretación.
Hasta en “Siempre en Domingo” tuvo una participación humorística destacada, gracias a una dinámica con Raúl Velasco, quien se encargó luego de decir que no era familiar de ella, pues el apellido llegó a crear confusión.
“Pobre, pero Honrada” (1973), “La Madrecita” (1974), “La Presidenta Municipal” (1975), “El Miedo no Anda en Burro” (1976), “Sor Tequila” (1977), “La Comadrita” y “Duro pero Seguro” (1978) fueron las cintas que hicieron que sus bonos subieran, al grado de ser una de las “estrellas mexicanas más cotizadas” de esa época.
Por eso, en los 80 siguieron apostando a la misma fórmula, antes de que cambiara de aparador.
“Okey, Mister Pancho” (1981), “¡El que no Corre… Vuela!” (1982), “El Coyote Emplumado” (1983) y “Ni Chana ni Juana (1984) despertaron el interés de productores de TV, que la incluyeron en programas como “Papá Soltero”.
Luego de filmar “Ni de Aquí ni de Allá” (1988) y “Se Equivocó la Cigüeña” (1993), y tras una serie de presentaciones personales en shows, la llamaron para encabezar el programa “¡Ay, María qué Puntería!” (1998).
En 2013 tuvo una actuación especial en el melodrama “Corazón Indomable” y apenas el año pasado filmó su última cinta, “La Hija de Moctezuma”.
Su regreso no fue tuvo el éxito esperado, pero sirvió como homenaje de despedida a la india pintoresca que hacía cualquier barbaridad para divertir. Merecía ese adiós.