La ceguera total que Jonathan de Jesús Hernández Rocha sufre desde hace siete años no fue impedimento para que estudiara una carrera universitaria, formara una familia y sea  deportista.
La visión que le otorga su fuerza de voluntad trasciende más allá de su impedimento.
Un glaucoma congénito hereditario le ha impedido ver durante siete años.
Hoy, a los 21, se da cuenta que ha logrado evadir obstáculos y lograr sus objetivos.
“Tiene siete años que me quedé totalmente ciego, nací con mis ojos normales, pero tenía una mancha roja en un ojo; en sexto de primaria fue cuando perdí totalmente la vista, el 26 de enero de 2009.
“En sexto mi maestra ya no me quiso en el salón, me apoyó otra maestra, pero daba tercero. En la secundaria también tuve dificultades, la maestra dijo que ya no podía trabajar conmigo aunque utilizaba el sistema Braille”.
El Braille, usado por las personas invidentes, consiste en la lectura y escritura a través del sentido del tacto; este método ayudó a Jonathan de Jesús a superar los obstáculos y estudiar una carrera.
“Entré a la prepa Iberoamérica, con una beca, luego entré también con una beca a la Universidad de León, y ya empecé. Voy a pasar a sexto cuatrimestre. Ya no uso el Braille, en mi computadora tengo un programa que me lee todo lo que hay en la pantalla, hay compañeros que me apoyan, me dictan, y a veces los profesores me dan los apuntes que leo en la computadora”, agregó.
Pero eso no es todo. Sus objetivos no se reducen a terminar la licenciatura y especializarse en Derecho Penal.
La práctica de lanzamiento de jabalina, bala y disco lo mantiene ocupado en preparaciones para participar en competencias nacionales, en las que ha destacados con primeros lugares.
Además es parte de la selección de futbol para ciegos del estado, con la que también participa en competencias nacionales.
Apoyan a indvidentes

Para Guadalupe Nieto García, instructora del sistema Braille en la Biblioteca Central Estatal de León, si alguien sufre la pérdida de la vista no debe rendirse, sino darse cuenta de que hay formas de llevar una vida normal.
Exhortó a acudir a la biblioteca y unirse al grupo en el que se puede aprender el sistema.
“Existe un lugar donde pueden acudir, el servicio es gratuito. Aquí los podemos ayudar u orientar y les ayudamos a buscar una escuela regular donde puedan seguir estudiando, que no se queden nada más ahí de que ‘ya perdí la vista, y ahora qué hago’.
“Tienen posibilidades de seguir estudiando, pues nos han tocado varios casos que no tenían ni la primaría, y ahorita algunos ya terminaron la carrera o están buscado trabajo, como resultado de que pueden tener una vida normal”, dijo.
Además de esto, en el lugar se ofrecen talleres de concientización a alumnos de primaria, secundaria, preparatoria y universidad, así como al público en general respecto al problema de debilidad visual.

Entrenador y catedrático

Mario Argote Juárez estudió una licenciatura en Comercio Internacional y Aduanas en la Universidad Pitágoras de Guanajuato, luego hizo un posgrado en Gestión Deportiva en la Universidad de La Salle Bajío.
   Todo ello a pesar que desde el nacimiento tiene atrofiados los nervios ópticos.
Aunque su ceguera no es total, debe recurrir al sistema Braille para poder facilitar su vida académica.
“Yo logro distinguir conforme se va acercando el objeto, si se aleja ya distingo solo la pura silueta”, explicó.
“Busqué en la necesidad apoyo a mi profesión desde 2006, de autoayuda, y ahora comparto mi experiencia, pues ya terminé de estudiar”.
Actualmente se desempeña en el área de Atención a Personas con Discapacidad Motriz, Auditiva y Visual, del Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (Inaeba), además de ser profesor en la UCEM en el área de maestría, donde imparte clases de educación especial.
Además Argote Juárez dirige un grupo de atletas con discapacidad visual.

Pretende superarse más

Jesús Adán Rizo López tiene 22 años. La falta de oxigeno al nacer no le ha dejado ver bien durante toda su vida. Pero estudia la primaria y no se quiere quedar ahí.
Reconoció que ha tenido dificultades para estudiar en una escuela regular.
“Si voy rápido choco porque no puedo ver. Estuve en una primaria regular, pero el maestro no sabía que no miraba, me pegaba al cuaderno y se dio cuenta”, dijo el joven.
Agregó que no piensa quedarse ahí, sino que buscará superarse y espera contar con los recursos para lograrlo.
“Quiero terminar una carrera y trabajar en alguna empresa. He avanzado, no esperaba hacerlo, llevo un año con sistema Braille… ya me está saliendo la escritura”, señaló con esperanzas.

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