Más de 150 guerrerenses llegan a la comunidad de Loma Tendida para trabajar en el campo recogiendo pepinillo y chile que se siembra en las comunidades de Rincón de Parangueo y San Nicolás Parangueo.
Los fuereños viven en condiciones deplorables, pocos hablan español y la mayoría de los niños se encuentran enfermos de gripe e infecciones en los ojos.
Al parecer las personas llegaron a la comunidad de Loma Tendida desde el pasado 23 de abril, donde habitantes de la comunidad les permitieron el uso de las bodegas de la Conasupo para dormir sobre el piso de concreto, comen en pequeños fogones y realizan sus actividades de convivencia después de trabajar en el campo.
Embarazadas
Al llegar al lugar se aprecian tendederos de ropa por todos lados, pocas mujeres embarazadas se quedan en las bodegas lavando ropa y atendiendo a los niños más pequeños debido a que están enfermos, mientras que algunos niños permanecen todo el día solos mientras que sus padres trabajan en el campo.
Solo unos cuantos hablan español, la mayoría hablan el dialecto Mixteco.
Los menores mencionaron que tenían viviendo alrededor de 5 semanas y ayer no habían ido a trabajar debido a que estaban enfermos de gripe, pero que el día de hoy trabajarían desde las 7 de la mañana a cortar chiles hasta que la luz del día se meta.
“Hoy estuve jugando todo el día con mi hermano de tres años, yo lo cuido, me faltan dos semanas para regresar a la escuela. A veces mi papá me lleva a trabajar a cortar chiles y cuando voy me arden los ojos, me arden las manos y se ponen muy rasposas. No me gusta trabajar porque es muy cansado, prefiero jugar ir a la escuela”, dijo Alfonso de 8 años.
“Siempre andamos descalzos, no tenemos zapatos y así nos vamos a trabajar a la tierra, ya nos acostumbramos a andar así, hemos visto víboras pero no, nos hacen nada, seguimos trabajando hasta las ocho de la noche para que nos paguen más”, comentó Teresita.
Hace poco les instalaron dos baños móviles y por todo el lugar se aprecian fogones, garrafones de agua, una camioneta llena de basura y al interior de la bodega no hay nada más que cajas, cosas viejas, trastos sucios, un poco de leña y los niños más pequeños jugando con algunos juguetes viejos.
La subdelegada de la comunidad, Yolanda González García, dijo que es la primera vez que llega gente de fueras a trabajar en el campo y que no los han podido ayudar porque no se dejan.
No sabían autoridades
El secretario del Ayuntamiento, Eleazar Cárdenas, dijo que hace poco había dialogado con personal de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social a nivel federal, pues al parecer ya estaban informadas de las condiciones en que vivían los guerrerenses.
“Estuvieron el pasado martes conmigo dos personas de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social federal detectando a unas personas que estaban siendo contratadas en la comunidad de Loma Tendida. Normalmente sabíamos que se ocupaban personas de la misma zona o de comunidades cercanas para trabajar, pero no habíamos detectado que viniera gente de otros lados.
La zona es de alta productividad agrícola principalmente de hortalizas, donde se atienden alrededor de 2 a 3 mil hectáreas sembradas de vegetales para todo el año.