Daniela Trejo usa brackets, sus dientes estaban saltados y se le venían grandes, sus compañeros muchas veces le gritaron “dientes de caballo”, durante año y medio aguantó las burlas.
“Estaba en mi lugar y me aventaban papelitos, antes de los brackets tenía los dientes muy saltados y me hacían burla, me decían caballo y me agredían. Me afectaba mucho en la baja de autoestima, me sentía muy sola y sentía que nadie me apoyaba. Me aguanté todo eso, lloraba en silencio, cada que me hacían eso pedía ir al baño y ahí empezaba a llorar”.
Denisse Abril, con 14 años, tampoco se salvó del bullying.
“Me insultaban, no me agredieron pero sí me sentía muy mal, me decían muchas cosas para fastidiarme y después llegué a pensar que era costumbre, pero dije ‘está mal’ y quería apoyo para que los demás no se sientan como yo”.
Daniela tuvo el apoyo de sus maestros y de sus papás, no sólo superó las agresiones, ahora junto con Denisse se sumaron a la campaña contra el bullying que emprendió su secundaria “Salvador Zúñiga”.
Juntas elaboraron un buzón donde reciben casos de bullying que canalizan con los psicólogos de la escuela y dan conferencias a sus compañeros.
“Les decimos que puede haber suicidios por el bullying y ellos lo toman a juego, como que estamos jugando, pero el otro no está jugando y es cuando empieza a sentirse mal y puede llegar a quitarse la vida. Nosotros les recomendamos que si sufren acoso lo digan a tiempo porque si no se hace más grave el caso, a la persona que más confianza le tengan porque a la mejor esa persona hace algo”, comentó Daniela.
Denisse dijo: “La mayoría les da pena y no han hecho mucho o tienen miedo a decir pero estamos intentando ver a las personas, identificarlas, tanto los que hacen bullying como los que lo practican. Damos conferencias de lo que es el bullying, lo que causan y las consecuencias, lo que puede suceder si lo practican. Yo les digo que piensen, que es muy grave el bullying porque ha llegado hasta el suicidio por eso queremos seguir ayudando en esto”.
Ambas chicas están conscientes que a su edad el tema se toma a juego, saben que su participación pudiera revertirse y jugar en su contra, pero es más fuerte su intención de ayudar a quien pudiera estar sufriendo lo que ellas ya pasaron.
“Quién sabe más adelante qué pase, pudiera ser que algunos compañeros vayan a decir que los estamos acusando y nos vayan a agredir, pero ahora sí hablaría a tiempo para que los sancionen”, concluyó Daniela.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *