La inmortalidad es un deseo inalcanzable que acompaña al ser humano desde hace miles de años, pero a falta de vida eterna, prolongar la estancia terrenal es la aspiración para la mayoría de las personas.
La barrera del siglo ya ha sido ampliamente superada por medio millón de habitantes en todo el mundo, aunque existen unas zonas azules, identificadas por el periodista Dan Buettner, en las que se concentran mayor número de centenarios (en Okinawa, Japón, o en Cerdeña, Italia, por ejemplo).
¿Qué se debe hacer para llegar a los 100 años y, sobre todo, en buenas condiciones físicas, según la ciencia? He aquí las claves.
*Pasee media hora al día.
Si además repite la rutina 6 días a la semana, reducirá un 40% el riesgo de morir por cualquier causa.
“La actividad física previene multitud de procesos fisiológicos y patologías asociados al envejecimiento, como la pérdida de masa muscular, la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas”, subraya Fabián Sanchís-Gomar, del Instituto de Investigación del hospital 12 de Octubre, de Madrid, que ha publicado numerosos estudios sobre este asunto.
*A partir de los 70, sea precavido con sus movimientos.
Evitar las caídas es muy importante en edades avanzadas, como apunta Leocadio Rodríguez Mañas, jefe del Servicio de Geriatría del hospital de Getafe, en Madrid, “porque una fractura de cadera tiene la misma –o más– mortalidad que un infarto de miocardio al año de producirse”.
Como, según el geriatra, la calidad del hueso se deteriora con el paso del tiempo, “hay que evitar las caídas manteniendo la actividad física, porque esta permite conservar la fuerza y el equilibrio, pero eludiendo la actividad de riesgo”.
Así que, insiste el especialista, atención con los tropiezos si se han superado los 55.
*No olvide surtirse de brócoli, fruta y café
Frutas, hortalizas, café, vino y legumbres son alimentos ricos en polifenoles, compuestos que tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerosas. Por eso, una dieta rica en polifenoles se asocia a un descenso de la mortalidad del 30% en mayores de 65 años, concluye un estudio publicado en Journal of Nutrition.
Si la zanahoria, el brócoli y las espinacas son productos imprescindibles en su dieta, está añadiendo un plus de salud, ya que su alto contenido en alfa-caroteno se relaciona con un menor riesgo de muerte durante un periodo de 14 años, según concluye un estudio publicado en JAMA.
*Mantenga a raya los ‘gorditos’.
El cúmulo de grasa alrededor de la cintura puede ser indicador de algo más peligroso: la existencia de grasa visceral, uno de los mayores factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Un trabajo de la Universidad de Leiden (Países Bajos) en mayores de 65 años ha encontrado la respuesta a porqué los varones de familias muy longevas tienen un perfil cardiometabólico excepcionalmente saludable: porque tienen poca grasa abdominal y visceral. Lamentablemente, esta protección no se hereda en las mujeres. Si tiene problemas de obesidad en general, basta con perder cinco kilos para disminuir notablemente la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes.
*Ante la disfunción eréctil, no se cruce de brazos.
Mantener la actividad sexual tiene un efecto positivo en la salud global y en la longevidad, mientras que la frustración acorta la vida, concluye una investigación de la Universidad de Michigan (EE UU).
Al menos eso es lo que se ha comprobado en moscas. Pero lo que sí se ha demostrado en varones mayores de 45 años es que la disfunción eréctil se relaciona con enfermedad cardiaca y puede indicar un mayor riesgo de morir prematuramente por cualquier causa.
*Duerma hasta 10 horas.
Es de sobra conocido que el sueño es necesario para reparar el organismo y activar las hormonas que permanecen aletargadas durante la vigilia. Lo que no está tan claro es cuántas horas hay que dormir para vivir más.
Científicos de la Universidad de Portland, en EU, han puesto el límite en siete horas y media según la información recabada en una muestra con más de 15 mil 500 chinos mayores de 65 años. Pero, entre los 2 mil 800 centenarios de la muestra, muchos de ellos dormían hasta 10 horas.
*Lea y juegue.
Mantener la mente ágil contribuye a la integridad física. “Leer el periódico, escribir cartas, ir al teatro o jugar al ajedrez o a las damas contribuyen a conservar el cerebro sano”, indica Konstantinos Arfanakis, médico del Instituto de Tecnología de Illinois, Chicago, que basa su consejo en los hallazgos de exploraciones radiológicas de mayores de 81 años.
*Viva en pareja.
Aunque no siempre es de color de rosa, durante la convivencia se reparten tareas y actividades, y eso repercute en su bienestar.
Según la Universidad de Louisville en EU, vivir solo incluso aumenta la tasa de mortalidad en los hombres. Su cónyuge también le ayudará durante las fases convalecientes.
*Conserve a sus amigos.
Quien tiene un amigo tiene un tesoro, pero quien tiene muchos amigos tiene un seguro de vida, dice un estudio publicado en Journal of Epidemiology and Community Health, que asegura que las personas con muchos amigos reducen un 22% el riesgo de morir.
*Vaya al médico cuando lo necesite.
Japón tiene la esperanza de vida más alta del mundo (y en la isla de Okinawa, vive un elevado número de personas centenarias), lo que lo convierte en un punto caliente para descifrar las claves de la longevidad.
Una parte importante de esas envidiables edades hay que atribuirla a su sistema de salud que, a partir de 1961, hizo posible la igualdad de oportunidades en esta materia para todos sus ciudadanos. Los japoneses van al médico una media de 13,4 veces al año, esta costumbre permite detectar enfermedades en fase muy temprana y poner la solución.