María del Pilar Buces Escalante nació en la ciudad de León el 19 de noviembre de 1977 como la tercera de 4 hijos del matrimonio de Luis Buces (+) y Martha Alicia Escalante.
El Colegio Miraflores fue su escuela hasta la secundaria, en el Instituto Lux hizo preparatoria y al concluir ingresó a la Universidad Iberoamericana León a estudiar la licenciatura de Ciencias de la Comunicación, donde estudió dos semestres.
“Salir de León era mi sueño principal, nunca me adapté, pero cuando fui a Puebla me di cuenta que no era León sino México”, dijo Pilar al contar que un año antes de graduarse de la Ibero en Puebla abandonó la universidad para viajar a Madrid, España.
Fue en el año 2000 cuando la joven llegó a la capital del país europeo con la finalidad de iniciar una aventura que no sabía cómo comenzaría y mucho menos cómo terminaría.
“Mis papás me compraron mi boleto de avión, les tuve que mentir que yo tenía dinero ahorrado, pero me fui sin nada”.
Durante dos meses Pilar ahí vivió, pero al ver el trato de los españoles hacía los mexicanos se decepcionó del país, “en los trabajos no importa si tú tenías más educación que los españoles, sí tú eras mexicano te hacían menos o te daban los trabajos que los españoles no querían hacer, yo sentía que no era para mí”.
Además de eso ella sentía que estaba perdiendo su tiempo en aquel país porque no estaba aprendiendo un idioma diferente al que hablaba, “yo dije: si voy a a trabajar de mesera, está bien, con mucho gusto pero que sea un lugar en el que aprenda algo nuevo”.
Así que empacó sus cosas y viajó a Dublín, Irlanda donde su hermana Cristina tenía unos conocidos y recomendó para un trabajo como Au Pair en el que tenía que cuidar a los niños y limpiar la casa de una familia irlandesa.
“La señora de la casa me dio permiso de trabajar en las noches en un bar si quería y fue lo que hice en el bar trabajé empecé como mesera, después, barman y también fui manager”.
Al cumplir un año fuera de su país de origen, la leonesa comenzó a extrañar la vida de antes, así que decidió regresar a León; pero sólo por un año ya que volvió a sentir que podría hacer más cosas en el extranjero, así que regresó a Dublín.
El año 2002 fue el regreso definitivo de la mexicana a Irlanda, donde inició sus estudios como ‘Childcare’ que es una licenciatura para trabajar en escuelas con sistema Montessori, después de tres años de estudios egresó y comenzó a trabajar en guarderías, escuelas e incluso ayudó a una amiga a crear una escuela con este método.
Durante 6 años, Pilar se dedicó a la enseñanza de los niños, lapso en el que conoció al que ahora es su marido Paul Kenny de origen irlandés.
“En Irlanda puedes elegir una obra de caridad para ayudar, puedes hacer por los niños maltratados, animales, personas de escasos recursos y otros, haces fiestas y eventos y el dinero recaudado se va a la caridad, que paga tus gastos para un viaje”.
Paul y Pilar decidieron escalar el monte más alto de África, el Kilimanjaro durante 7 días en los que caminaban, escalaban y montaban hasta llegar a la cima, ella confesó que fue algo difícil al enfrentarse a condiciones climáticas extremas de hasta menos 28° grados, de un grupo de 15 personas que inició solo ocho llegaron, entre ellos la pareja.
En lo más alto de la montaña, Paul hizo a Pilar una pregunta que cambiaría su vida, al pedirle matrimonio después de un noviazgo de más de un año, petición a la que ella respondió afirmativamente; “ahora me dice que si no hubiera llegado (a la cima), nunca me hubiera propuesto matrimonio”, contó entre risas María.
Ya comprometidos, Pilar y Paul viajan a México a visitar y dar la noticia a la familia de la mexicana, en esa visita al país aprovecharon para que él conociera lugares como Real de Catorce en San Luis Potosí, así como Cancún y Playa del Carmen, lugar del que él se ‘enamoró’ y pidió a Pilar vivir ahí cuando se casaran, así que adquirieron una casa.
En el año del 2009 es cuando Pilar y Paul contraen matrimonio al civil en Irlanda en el Kildare Castle Hotel al tener como invitados sólo a 10 personas, familiares del novio y amigos cercanos por la premisa de casarse.
“La idea era casarnos en Las Vegas, pero como el papá de Paul estaba enfermo de cáncer tenía que ser rápido así que nos casamos de una semana a otra”.
Embarazada de su primer hijo, era tiempo de venirse a Playa del Carmen a vivir como había pactado con su esposo en su visita al lugar, pero ella no pudo hacerlo.
“Cuando yo estaba embarazada de Nathan me dio mucho miedo, porque decía ¿qué voy a hacer ahí? (Playa del Carmen) no conozco a nadie”, así que le externó su sentir a Paul pero él le dijo que no podían quedarse en Irlanda porque ya habían vendido todo para venirse a México.
La hermana mayor de Pilar, Martha vive en Niza, Francia y ella incitó a la familia Kenny a irse a aquel país a iniciar una nueva vida.
En abril del 2009 con tres meses de nacido Nathan el primogénito de Pilar y Paul, la familia se mudó al país francés “teníamos miedo, no sabíamos el idioma (francés) ni qué iba a pasar con nosotros, pero teníamos que intentarlo”.
Lo primero que hicieron fue meterse a cursos intensivos de francés; Pilar tuvo la fortuna de encontrar un trabajo en Mónaco donde los requisitos eran hablar inglés y español.
“Empecé a trabajar para una compañía alemana que vendía piezas de motocicleta, las piezas eran de España y la compañía estaba en Mónaco porque ahí no pagan impuestos, y el dueño alemán sólo hablaba inglés”.
Durante 6 meses Pilar era la encargada de la oficina en Mónaco, aunque ella vivía en Niza pero las distancias en tren de un lugar a otro eran de 30 minutos.
Ahora en Cannes es donde encontró trabajo en una empresa de helicópteros, llamada Heli Riviera, que se encarga de administrar, tiempos, personal, despegues, permisos especiales, aterrizajes fuera de los hangares de los aeropuertos, entre otras.
Ella comenzó desde “abajo” en esa empresa a finales del 2009, siendo la asistente del asistente del asistente, como ella lo dijo, pero gracias a su perseverancia y dedicación logró alcanzar un puesto más alto en la empresa.
“Cuando entré la única razón fue que pedían los tres idiomas español, inglés y francés yo ganaba poco pero no me importaba porque yo sabía que iba a adquirir mucha experiencia, en un futuro contactos, porque sobre todo en el sur de Francia se mueven mucho los jets privados, yates y helicópteros”.
Operations manager es el puesto en el que se desempeña Pilar, se encarga de la logística de los pilotos, salarios, permisos de aterrizaje porque algunos de sus clientes quieren aterrizar las naves en sus yates en aguas de otros países, así que ella se encarga de pedir los permisos necesarios para realizar esa acción.
“Nunca me imaginé estar en el puesto en el que estoy, en la compañía y haber logrado tanto sabiendo que el francés y el inglés no son mis idiomas; ni en los mejores sueños me imaginé ésto”, confesó Pilar.
Algunos de los clientes de Pilar son Paul Allen, empresario y cofundador de la empresa Microsoft así como Román Arkádievich Abramóvich, magnate ruso petrolero también dueño del equipo de fútbol inglés Chelsea, y en ocasiones personalidades piden apoyo a la leonesa para aterrizar en el país como el cineasta estadounidense, Steven Spielberg.
“Steven nos ha pedido permisos para poder aterrizar su helicóptero en su yate, nosotros gestionamos los permisos y nos encargamos del entrenamiento del personal de su nave acuática para que todo salga muy bien”.
Cuando Pilar conoce a alguien en Francia y le escuchan su acento, la ubican como española con algo de desilusión, pero cuando saben que es mexicana todo el trato cambia para bien.
“Te salen con que ya estuvieron en el país (México) y que les encantó, tengo muchos compañeros que me cuestionan el cómo pude dejar mi país, y venirme aquí, en Irlanda también son bien recibidos los mexicanos”.
En el 2011 fue cuando nació el segundo hijo de los Kenny ya en Francia, y desde pequeños Pilar transmite a sus hijos el amor por México y sus tradiciones.
“Yo no les he hablado en otro idioma que no sea el español y nunca les he dejado que tampoco me respondan con otro”. Mientras que Paul se comunica con ellos en el idioma inglés ambos acordaron que el francés está prohibido hablarlo en la casa, incluso en la televisión sólo se ve n programas en español o inglés.
“Cuando llegamos a Francia conocí a un grupo de mexicanos con los que celebramos las tradiciones de nuestro país tales como el Día del Niño, Día de Muertos, Día de los Reyes Magos, Navidad incluso en los cumpleaños realizamos piñatas”.
Cuenta Pilar que tanto a su marido como a sus hijos les fascina México, ya que desde siempre les ha inculcado el amor por el país, y que esperan con ansias las vacaciones aquí de cada dos años.
Lo más difícil para Pilar en el extranjero fue conocer gente para el ámbito laboral, para recibir alguna recomendación “también en el idioma inglés yo sólo tenía las bases, pero sufres mucho porque quieres comunicarte y no quieres que la gente piense que eres tonto, pero es difícil si no logras decirles lo que quieres decir realmente”.
Después de vivir 15 años fuera de México, Pilar no ve que pueda adaptarse a vivir nuevamente aquí, por el ritmo y estilo de vida que ha llevado, incluso comenta que de Francia no se movería.
“Me siento estable ahí, no hay por qué buscar, lo que buscaba lo encontré, ahí tenemos buena seguridad, escuelas, sistema de salud, pagamos muchos impuestos pero los vemos aplicados si no es con nosotros, con familias que lo necesitan, el gobierno ayuda”.
“Muchas personas me dicen que a ellas les hubiera gustado también vivir algo así, yo siempre les pregunto ¿qué te detuvo?”
Pilar aconseja a todas aquellas personas que sientan que deban iniciar este tipo de aventuras, que lo hagan sin detenerse a pensar, sin importar el idioma o el dinero con el que se cuente, deben haberlo hasta como por experiencia de vida.
Triunfa leonesa en Cannes
No es cineasta ni futbolista, pero María Buces Escalante es una madre de dos chicos que se atrevió a viajar a Europa y conquistarla.