Georgina Videgaray Arias falleció a los 36 años de edad. Familiares y amigos más allegados  le dieron su último adiós en una misa que se realizó en el templo Expiatorio.
Todos asistieron vestidos de blanco, así como ella alguna vez lo imaginó.
Gina nació el 7 de febrero de 1979, en el mes del amor, y coincidencia o no, siempre se caracterizó por ser  una mujer alegre, amorosa y  cariñosa.
Fue una alumna teresiana pues parte de su trayectoria académica, de preescolar a preparatoria, la vivió en el Instituto Jassá.
También se caracterizó por ser entregada a su familia, sobre todo con sus hijos Fernando Videgaray de 14 años, Matías Muñoz Videgaray de tres meses y con su esposo Francisco Muñoz Uribe.
Días después de haber dado a luz al pequeño Matías en el mes de abril, a Gina le diagnosticaron cáncer en el páncreas y en el hígado, desde ese momento comenzó la lucha por sobrevivir a esta terrible enfermedad.
Esta noticia para sus familiares resultó muy dolorosa e increíble, sin embargo, nunca perdieron la fe, por lo que de inmediato su hermana Daniela Videgaray, creó un grupo en facebook llamado “Unidos en oración 10 minutos a las 10 pm”, en el que justo a esa hora consanguíneos y amigos publicaban una oración, un deseo o alguna palabra de aliento para Gina. Este grupo logró reunir a 3,000 personas.
A consecuencia de las complicaciones por la enfermedad, Gina tuvo que ser intervenida en un Hospital privado.
Sus papás Fernando Videgary y Gina Arias, su esposo Francisco Muñoz Uribe y su hijo Fernandito en todo momento estuvieron acompañándola y al mismo tiempo orando por ella.
“Ella siempre me decía que los tiempos de Dios son perfectos”, comentó con voz entrecortada Tere Videgaray, una de sus tías más cercanas.
El templo Expiatorio lució con globos blancos de helio y mariposas blancas hechas de papel, mismos que fueron elevados al cielo por los asistentes en honor a ella, para luego, a una sola voz gritar  “A la bio, a la bao, a la bim bom ba, Gina, Gina, ra, ra, ra”. Posteriormente sus cenizas fueron depositadas en la casa funeraria Gayosso de Francisco Villa.
Gina será  recordada por todos como una persona que disfrutaba la vida, siempre sonriendo y con buen sentido del humor.
“Estábamos en una comida familiar, yo tenía 12 años. Ella llegó y me dijo: ‘prima como que te urge que te saques la ceja’ y me la empezó a sacar con unas pinzas, fue lo que me ayudó a verme bonita”, compartió Andrea Hernández Videgaray con lágrimas en los ojos y al mismo tiempo con una sonrisa al recordar el momento.
Gina no perdió una batalla, la ganó, y ahora está con Dios y desde allá cuidará de su familia.

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