Los comerciantes de artículos religiosos sostienen que la fe de la población católica ha decaído, lo que impacta en sus ventas que merman al pasar de los años.
El señor Salvador Gutiérrez, quien desde 1989 se dedica a este oficio en el acceso a la parroquia mayor, externó a este medio que es muy lamentable como cada vez más se van perdiendo las tradiciones y costumbres católicas y ellos lo ven reflejado en las ventas que realizan día con día.
Expuso que la mejor temporada para estos comerciantes es sin duda el mes de diciembre que es cuando vienen muchos paisanos a visitar a sus familiares.
En la actualidad y con el inicio del 58 Quincenario también se mueven algo las ventas, sin embargo aseguró, “nada en comparación con aquellos años cuando la gente tenía una fe más arraigada”.
Los visitantes al primer cuadro de la ciudad y en especial al santuario del Señor de La Piedad, pueden encontrar en los comercios que se ubican en estos alrededores, desde escapularios, crucifijos, novenas, imágenes, libros de alabanzas y oraciones a precios módicos.
La fe y las ventas caen
Los comerciantes de artículos religiosos sostienen que la fe de la población católica ha decaído, lo que impacta en sus ventas que merman al pasar de