En los últimos 10 años, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado 15 expedientes por crímenes de periodistas en el estado de Veracruz, indicó el ombudsman Luis Raúl González Pérez.
De ellos, 10 han ocurrido en el Gobierno de Javier Duarte.
Ayer, al condenar el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, quien huyó de esa entidad por amenazas, el titular de la CNDH señaló que la impunidad es el principal problema en las agresiones a reporteros.
Por ello, dijo, es necesario que los ataques a los comunicadores y medios informativos se investiguen a cabalidad y se fortalezcan los mecanismos de protección.
“Tenemos en el registro de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos 15 agresiones a periodistas (en esa entidad) por eso lo importante es que todo crimen, toda desaparición de un periodista, sea debidamente investigada”, indicó tras inaugurar un encuentro de pueblos indígenas. Más tarde, comunicación social de la CNDH rectificó que eran homicidios.
El ombudsman señaló que, en el caso del atentado ocurrido la madrugada de ayer a las instalaciones del periódico Presente, en la ciudad de Poza Rica, giró instrucciones para que se inicie una investigación.
Por otra parte, organizaciones defensoras de derechos humanos y de periodistas, entre ellas Reporteros Sin Fronteras, Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz) y el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, exigieron a la Fiscalía para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), de la PGR, atraer la investigación por el homicidio de Espinosa.
En tanto, el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social, conformado por otras 11 ONG, entre ellas Artículo 19, Centro Prodh y Fundar, demandaron a las autoridades que durante las investigaciones se tengan en cuanta las amenazas que Espinosa recibió debido a su labor en el estado de Veracruz.
Condena ONU-DH

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió sobre un grave acto contra la libertad de expresión en caso de que se confirmara que el crimen de Rubén Espinosa está relacionado con su labor periodística.
“Preocupa aún más el hecho de que una posible represalia se haya podido materializar en el Distrito Federal, que cuenta con una baja tasa de incidencia de este tipo de agresiones”, sostuvo en un comunicado.

‘Dejen de quemar las patas al diablo’

Las mujeres que habitaban el departamento donde ocurrió el multihomicidio, en la Colonia Narvarte, aparentaban una actitud tranquila ante sus vecinos, pero dentro de su casa llevaban a cabo fiestas donde consumían alcohol y drogas.
Hace casi un año Esbeidy llegó a vivir al edificio para dividirse los gastos tuvo que buscar la compañía de otras mujeres que ocuparan las dos recámaras sobrantes, así coincidió con Nadia Vera, Yesenia Quiroz y una colombiana a la que conocían como Nicole.
La música y el alcohol era un gusto común entre ellas. Cada fin de semana llevaban a cabo fiestas a las que acudían personas de diferentes edades y nacionalidades.
“A veces las fiestas eran de puras chavas y otras veces se veían hombres de diferentes nacionalidades; desde mi ventana yo les gritaba: ‘¡dejen de quemar las patas al diablo!’, porque el humo de marihuana entraba a mi casa”, relató un vecino.
Los residentes de la zona no escucharon nada extraño el viernes pasado, el día que cuatro mujeres, entre ellas quien les ayudaba con la limpieza, y un hombre fueron asesinados.
“No escuché nada extraño, ni balazos ni gritos; me di cuenta que algo andaba mal cuando me avisaron que a un lado de mi casa había demasiadas patrullas, que agentes del GERI habían entrado al edificio 1909”, comentó un vecino.

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