Un agente murió tras explotarle una granada que intentaba desactivar el lunes en los exteriores de un colegio y que supuestamente fue colocada por extorsionadores.

El agente desactivador de explosivos Adolfo Castellanos falleció en un hospital capitalino, informó la policía a la prensa. El explosivo estaba a menos de tres metros de la puerta principal de una escuela privada en la zona sur de Lima.

La policía explicó que la granada habría sido colocada por extorsionadores que exigen dinero bajo la amenaza de atacar si no reciben un pago. No es la primera vez que colegios de Perú sufren estas amenazas. En mayo sicarios asesinaron al director de una escuela privada delante de escolares y en un caso separado mataron a dos vigilantes de otra escuela, ambas ubicadas en la capital.

La extorsión es un delito que viene aumentando en Perú en la última década y que sufren principalmente los dueños de obras de construcción, colegios privados, restaurantes, taxistas y mercados. Según la fiscalía de Perú entre enero y abril se reportaron 1.667 denuncias por este delito.

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