En la revisión hecha a la clínica Sanefro, la Dirección de Riesgos Sanitarios no halló anomalías que ameriten sanción o suspensión de actividades.
El viernes pasado empleados de la dependencia estatal realizaron una inspección a esta clínica que fue contratada por el IMSS para realizar tratamiento de hemodiálisis a los enfermos con insuficiencia renal.
Debido a que se atravesó el fin de semana fue hasta ayer que  la dependencia informó que “no se identificaron anomalías graves que ameriten sanción o suspensión, pues todos sus procedimientos están en regla”.
La clínica comenzó a brindar los servicios de hemodiálisis el pasado 25 de septiembre y desde la primera semana los derechohabientes del IMSS sequejaron por el supuesto retraso en las sesiones, cambio de días de tratamiento y personal no capacitado.
Riesgos Sanitarios supervisó este viernes que la clínica cumpliera con los procedimientos, infraestructura y condiciones físico-sanitarias, en base a lineamientos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Esta dependencia únicamente destacó dos “áreas de oportunidad” en la clínica, que se tratan únicamente de procesos administrativos.
La primera observación que hicieron es porque tiene deficiencias en la integración de los expedientes de los pacientes.
Y la otra es para que la clínica refuerce el comité de inspecciones nosocomiales.
De acuerdo a la dependencia, a pesar de que este comité revisa las medidas para evitar una infección no lo consideraron grave.

Ven pacientes mejorías

Pacientes con insuficiencia renal atendidos en Sanefro mencionaron que se ha visto un poco de mejoría en la clínica, aunque en el servicio se siguen viendo anomalías.
La semana pasada los enfermos se quejaban de que no había vestidores en la clínica, de que las enfermeras abrían a cada rato la sala de tratamiento y que tres enfermeras no sabían tratarlos.
Ayer los pacientes mencionaron que una de las oficinas que estaba a un costado de la puerta para entrar a la sala de espera la convirtieron en vestidores; que las trabajadoras ya no abren la puerta de tratamiento hasta que termina la sesión y que a las tres enfermeras inexpertas ya no las vieron trabajando.
“Ya está un poco mejorado, aunque no me sigue gustando el trato ni la ubicación de la clínica (…) hoy (ayer) vi nada más a las enfermeras que saben un poco más, la hora en la que nos meten a las máquinas ya se está normalizando”, aseguró el paciente José de Jesús Ramírez.
La clínica comenzó a otorgar los servicios de hemodiálisis el 25 de septiembre pasado, pero en su primera semana los pacientes derechohabientes del IMSS comenzaron a quejarse.
AM publicó ayer que el IMSS pagará 187 millones a la clínica Sanefro para que por un año dé 185 mil servicios de hemodiálisis a enfermos de insuficiencia renal de Guanajuato.
Laboratorios PiSA, empresa a la que pertenece Sanefro, ofreció la propuesta más barata por cada sesión de hemodiálisis, con un descuento por el servicio del 25.61%.

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