El silbatazo de Pemex sonó 4 veces para despedir a un ícono del gremio petrolero, aunque también ocasionó alarma en la ciudadanía que pensó que se trataba de un siniestro.
“Si tienes un problema, ve con Ramón”, era una de las frases populares en los 60´s y en los 70´s, que hablaba de la fe y confianza que tenia la gente al líder petrolero.
En la revista Proceso, durante una entrevista, Ramón López Díaz, se definió “como un cacique, pero de los buenos” y así lo consideraba la mayoría de lo petroleros.
Salamanca tuvo un gran desarrollo, durante los 18 años que López Díaz estuvo como Secretario General del sindicato 24, fue en esa época cuando gracias a él se construyeron dos colonias y algunos edificios importantes de la ciudad.
La colonia Bellavista, la primer colonia en la ciudad además de la pavimentación hidraúlica, la ampliación Bellavista, el casino, el domo, la funeraria sección 24, el cine Versalles. el templo del Sagrado Corazón así como las escuelas Artículo 123 y la Benito Juárez, son sólo parte del legado que dejó el líder petrolero.
El martes por la mañana Ramón falleció, a los 88 años, la noticia corrió rápidamente, consternando a muchos, sobre todo a quienes recibieron ayuda por parte de él hace más de 40 años.
La funeraria sección 24 se llenó desde temprana hora para despedirse del que fuera su líder, el miércoles por la mañana, la gente seguía llegando.
Cerca de las 2:30 la carroza fúnebre y decenas de carros salieron de la funeraria y iniciaron el recorrido por Tenixtepec y Poza Rica hasta llegar al teatro Versalles donde se le rindió un homenaje póstumo que duró poco más de media hora.
Al tiempo que el recinto se inundaba en aplausos largos, la Refinería rindió otro homenaje, poco después de las 3 y media, se escuchó el primer silbatazo, a los pocos minutos, llegó el otros, mietras el ataúd era llevado nuevamente a la carroza y emprendía el recorrido.
Se escuchó el tercer y el cuarto silbatazo, quienes no sabían, se alarmaron al escucharlo, creyeron que un accidentes había ocurrido y llamaron para solicitar información.
La carroza llegó al Sagrado Corazón, donde decenas de petroleros que apenas salían de trabajar ya esperaban al cortejo. El templo se llenó, y otros más quedaron afuera, la banda de guerra, después de haber tocado por última vez, esperaron afuera a que terminara la misa.
Aunque su cuerpo fue cremado, hoy a las 7 de la noche, en el mismo templo se realizará la misa de cenizas para después ser depositado en una urna.

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