Bajo un cielo gris y un viento frío que anticipa el otoño, las banderas celestes y amarillas llenaron de vida la Catedral de Buenos Aires.
Con rosarios en la mano, carteles con mensajes y toda la energía que muestran para un campeonato de futbol, cantaron los fieles con alegría: “Argentino, el Papa es argentino”, después de escuchar el nombre de Jorge Bergoglio como el elegido para representar a Dios en la Tierra.
“Estábamos en un cumpleaños, muchos de nuestros amigos no eran católicos y de repente se hizo un silencio, al escuchar que era argentino, se callaron todos.
“La emoción de nosotras era tremenda, gritando y bueno, relindo. El cónclave era burla para ellos y al momento de ver que un argentino es el máximo de la Iglesia, ya no pudieron decir nada”, dijo Melina, una joven de 16 años que junto a su amiga Rocío saltaba con entusiasmo entre la multitud y cantaba coros de la Iglesia junto a las porras paganas del futbol, modificadas para alabar al Papa.
Mientras la Plaza de Mayo y gran parte de la capital porteña permanecía en su ajetreo habitual, la Catedral se iba llenando de fieles conforme pasaban las horas.
Por el lugar desfilaron monjas, seminaristas, católicos practicantes, vendedores ambulantes de banderas argentinas y turistas desconcertados, que se sorprendían con el canto alegre de los fieles.
“¿Ah, si? (el Papa es argentino) No sabía. Pensé que son estudiantes que se están manifestando. Suiza es independiente de todo esto. Allá la protestación (sic) es muy pequeño y esto es grande, es impresionante, dijo Zanae, una joven que  llegó de Ginebra hace dos semanas para perfeccionar su español.
‘Oficiaba misa en la calle’
Mientras las porras “Francisco primero, te quiere el mundo entero” y “Si esta no es la Iglesia, la Iglesia ¿dónde está?”, resonaban por la calle, los que conocieron al cardenal expresaban su incredulidad y su emoción.
Bergoglio es querido entre los católicos por su sencillez y viajar en transporte público, además de manifestarse fanático del Club San Lorenzo de Almagro.
“Es una persona que para ir de acá (la Catedral) al seminario para dar clases, se tomaba un colectivo (camión). En la crisis del 2001 salía a la calle a oficiarle misa a la gente de la calle, los cartoneros en serio. Yo fui tres años ministro de una parroquia y en dos misas me tocó acolitarlo y ser ministro de la sagrada eucaristía con los fieles.
“Realmente era un flaco que trataba de estar con la gente, no donde se figurara mucho. Si veía que había cámaras prefería ir por otro lado. La verdad no me imaginé que iba a ser el Papa, vos decir ‘Ché, yo estuve en misa con el Papa’ es otro mundo”, compartió  Rafael Santamarta.
Noemí de Sanguinetti, que se encontraba en su casa cuando oyó el resultado del cónclave, y sin dejar de llorar de la emoción fue con su hija a festejar el nombramiento.
“Tuve la suerte que me dio la bendición y es un orgullo muy grande saber que el que está más cerca de Dios, nos haya dado la bendición a todos los argentinos. Es un milagro, cuando me dio la bendición me puso su mano y no puedo creer todavía que me haya tocado el nuevo Papa”, recordó.
A las 7 de la tarde los cantos cesaron para darle paso a una misa, celebrada para orar por el nuevo Papa y dar gracias a Dios de que fuera un argentino el elegido.
Pronto el recinto se llenó a su máxima capacidad y mucha gente tuvo que optar por entrar solo un rato, mientras los que recién salían del trabajo hacían una parada para contar su anécdota de cómo conocieron a Bergoglio cuando aún no era Francisco.
“A mi papá le lavó los pies el Jueves Santo, así que estamos muy emocionadas. Para la Argentina y para todos este momento es muy importante.
“Estábamos trabajando, nos enteramos así, yo no había averiguado tanto, ni sabía que él podía llegar a ser elegido, fue más sorpresa todavía, así que más felicidad”, dijo Nadia, una joven que imprimió un cartel en su oficina con la leyenda “El Papa es argentino”.

‘Es un orgullo’

Argentinos católicos que residen en León no imaginaban que el nuevo Papa fuera de Latinoamérica, situación que los llena de alegría y esperanza.
“En primer lugar, hay muchos sentimientos encontrados en esta elección de Papa argentino, la verdad me sorprendió muchísimo la noticia, pero no deja de llenarme de orgullo el hecho de que el Papa tenga mi nacionalidad”, dijo Ezequiel Nombarasco.
Jorge Davino, dueño del restaurante Nostalgia de Davino, confesó que el nombramiento de un Papa argentino es motivo de alegría.
“Debe ser algo hermoso, son muy creyentes en Argentina también como acá, es algo milagroso muy bonito y entre todo, qué bueno que fue un Papa de Sudamérica, de nosotros”, expresó.
Lo que más desea Alicia Borlandelli es que Francisco brinde paz a los católicos.
“Deseo que sea el idóneo para nuestro tiempo, porque lo necesitamos mucho, mucho, eso es lo que más deseo”, mencionó.

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