La Casa del Adolescente, obra emblema de la administración municipal encabezada por Bárbara Botello Santibáñez, opera a medias, está subutilizada debido a la falta de presupuesto.
La pasada administración planeó la construcción del edificio pero olvidó que requería personal y recursos económicos para operar.
Con la quinta parte del presupuesto necesario y con un déficit de al menos 30 plazas, la Casa del Adolescente está a la espera del presupuesto que le puedan asignar para el próximo año.
Mientras la administración pasada únicamente destinó 396 mil pesos mensuales para la operación de la casa, la cantidad necesaria es de por lo menos 1 millón 815 mil 240 pesos mensuales. Por ello, el presupuesto de operación que requiere para el 2016 es de 21 millones 782 mil 885 pesos.
En el edificio se invirtieron 19.7 millones de pesos procedentes del Gobierno Federal y el Municipio, fue inaugurado el 12 de agosto pasado y dos meses después, sirve más como sede del Fideicomiso Promoción Juvenil que como centro de integración juvenil y social.
En su presentación, en noviembre del año pasado, el anuncio era la creación de la primera casa del adolescente del País con capacidad para atender a los cerca de 500 mil jóvenes de entre 12 y 29 años que hay en León, brindando un espacio de convivencia y expresión, talleres de autoempleo y asesorías jurídicas y psicológicas para los jóvenes.
Sin embargo, a dos meses de la apertura de uno de los que se presume como los mayores legados del trienio priísta que acaba de concluir, no se contrató personal para cumplir con los objetivos trazados.
Improvisan capacitadores
Una vez que se inauguró, el edificio se convirtió en la nueva sede del Fideicomiso Promoción Juvenil, antes conocido como Instituto Municipal de la Juventud.
Son 43 los empleados que tienen como base y alrededor de 30 más que estaban contratados por honorarios, fueron despedidos ante la falta de solvencia.
Son esos mismos 43 empleados los que, además de hacer su trabajo administrativo, tienen que rolar turnos para cumplir con los servicios prometidos a la ciudadanía, según comentaron algunos de los mismos trabajadores.
Por ejemplo, la jefa de Recursos Humanos, Elizabeth Alejandra Macías Moreno, es la encargada de dar las clases de Zumba; Moisés González Martínez, registrado en nómina como promotor de Inclusión Social para el trabajo con pandillas y jóvenes, imparte talleres de Serigrafía y Pespunte.
En un recorrido realizado por AM, se pudo ver que la Casa del Adolescente ni siquiera cuenta con medidor de luz y la energía eléctrica es “tomada” a través de “diablitos”. Además, se comprobó que las aulas y el auditorio están desocupadas a consecuencia de la carencia de personal.
También es evidente la falta de mobiliario, equipamiento para talleres y alumbrado en la explanada, donde también se encuentra una cancha de futbol uruguayo. En esta zona únicamente están las bases para colocar las luminarias.
En el primer piso están las aulas para talleres de Serigrafía y Pespunte, así como las salas de Psicología y médicas. En el segundo piso, están todas las oficinas de las áreas administrativas del Fideicomiso Promoción Juvenil; ahí, también hay una amplia terraza con jardineras cuyas plantas están marchitándose.
Se atienden en promedio 50 personas al día, pero su capacidad es para hacerlo con 250.
“Hacemos de mil usos aquí ”
Alfonso Orozco Aldrete, quien fue designado director del Fideicomiso Promoción Juvenil tras la destitución de Luis Javier Aviña Bueno, conocido por cobrar moches a cambio de dar trabajo, reconoció que no tienen presupuesto para cumplir las metas de la Casa del Adolescente.
“Ahora la tenemos que hacer de mil usos aquí. La plantilla de personal de esta Casa debe de ser para 81 personas, para atender los diversos talleres que se ofrecen.
“En principios de agosto, por falta de suficiencia presupuestal se despidieron a 35 empleados que estaban con honorarios. Eran muchos maestros de activación física y de talleres. No hubo dinero. La mayoría de los que estamos somos del área administrativa”, manifestó el director.
Sobre la impartición de talleres, admitió que tienen que arreglárselas para ser ellos mismos los que atiendan a la ciudadanía.
“Los que estamos la estamos haciendo de todo. La de Recursos Humanos da las clases de zumba, y otro del área administrativa, clases de futbol. Todos nos estamos fletando en todo. A mí me toca quedarme hasta de guardia”, aceptó.
Según Orozco Aldrete, apenas hace dos semanas hicieron el contrato con la Comisión Federal de Electricidad para contar con medidor propio y dejar de colgarse de un poste de la calle Madre Marina, donde está ubicado el edificio.
“El contrato ya lo hicimos hace dos semanas, nos costó poco más de 20 mil pesos, pero aún no nos ponen el medidor”, indicó.
Reconoció que el polígono 10 de mayo es uno de los más conflictivos de León, en él se tienen detectadas por lo menos 25 pandillas, ocho de ellas de peligro, con las que ya trabajan 10 de los 12 promotores que hay en el Instituto.
La Casa del Adolescente está construida en un terreno de 6 mil 646 metros cuadrados que se localiza en la calle Madre Maura, esquina con la calle Madre Marina.
El proyecto ejecutivo tuvo un costo de 1 millón 600 mil pesos, pagados con recursos municipales.
Está dentro del Programa Nacional de Prevención del Delito y tiene el compromiso de brindar, además de los ya mencionados, talleres de belleza, boxeo, break dance, computación, danza aérea, graffiti artístico, jazz, futbol, guitarra, inglés, malabares, música, parkour, porra acrobática, skate y zumba.