La violencia contra la mujer empeoró en el presente año en el estado.
Hace dos años se denunciaban en promedio ocho agresiones cada día por violencia intrafamiliar, mientras que para 2015 la cifra se disparó a 26 denuncias diarias, revelan estadísticas de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría de Justicia de Guanajuato.
Según estas cifras oficiales, entre enero y julio del presente año subió 41% el número de denuncias por violencia en el hogar. Nueve de cada 10 casos han sido agresiones contra la mujer.
Si se comparan las cifras de 2013 con las de 2015, el alza acumulada es de 232% en dos años.
La Procuraduría de Justicia inició en todo 2013 más de dos mil 880 indagatorias por el tipo penal de violencia familiar, lo que representa 240 casos en promedio al mes.
En 2014 la cifra se elevó a 6 mil 800 indagatorias por el mismo delito, un promedio mensual de 566 denuncias.
Y entre enero y julio de 2015 ya van acumuladas casi 5 mil 600 indagatorias, que representa 799 cada mes.

También León

En León también se ha dado un crecimiento de casos, pero en menor porcentaje.
De acuerdo con las cifras de la Procuraduría, en 2013 se denunciaron 1,251 casos de violencia familiar, mientras que entre enero y julio de 2015 suman 1,275.
El promedio mensual pasó de 104 casos hace dos años a 182 en la actualidad, lo que equivale a un incremento de 75%.
Más de una tercera parte de las víctimas de agresiones en el hogar son niños y adolescentes.
El grueso de las víctimas están en el rango de edad de los 21 a los 50 años, con el 58%.

El sexto estado

Las agresiones contra la mujer ya representan un problema de salud pública en Guanajuato, pues en lo que va del año han sido atendidas 2 mil 927 guanajuatenses por lesiones por violencia intrafamiliar.
Un informe de la Dirección de Epidemiología ubica a Guanajuato como la sexta entidad con más agresiones a mujeres, después del Estado de México, Michoacán, Querétaro, Guerrero y Jalisco.
Del 1 de enero al 26 de octubre de 2015, las autoridades de Salud han detectado en el país más de 55 mil mujeres víctimas de lesiones por violencia en el hogar.
El 5.3% de los casos corresponden a mujeres guanajuatenses.
Según la más reciente Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, realizada por el INEGI, en el estado hay más de 461 mil mujeres que han sufrido algún tipo de violencia de sus parejas.
El 37 % de las mujeres casadas o unidas de 15 a más años, sufrieron violencia física.

Violencia en el noviazgo

Verónica Cruz Sánchez, directora del centro Las Libres, manifestó que reciben hasta 10 mujeres al día que piden ayuda por maltrato físico de sus parejas.
“Vemos más violencia en el noviazgo, en amistades, donde hay agresión física, sexual y emocional, así como en niñas y adolescentes, la edad en mujeres violentadas ya es en todas edades”.
Cruz Sánchez enfatizó en que la violencia no se debe conciliar, sino que se tiene que castigar con sanciones.
“Las instituciones se han ido modificando gradualmente, pues había mujeres que recorrían todas las instancias y les orientaban a conciliar con la pareja, y ahora no, se ha hecho un gran trabajo con los ministerios públicos”
A pesar en que hay avances en dependencias correspondientes, Verónica manifestó un freno con jueces y magistrados en la sentencia, lo que debilita las sanciones e incluso que no se castigue el delito.

Perdonan al agresor

Gerardo Camarena, coordinador de planeación y seguimiento del DIF de León, informó que mensualmente se atiende a 500 personas que sufren violencia. El 70 % son mujeres.
“Nueve de cada 10 casos quedan impunes, debido a que en su mayoría perdonan a su agresor, luego sigue una “estancia de luna de miel”, donde la mujer no comprende el peligro que puede llegar a correr”, explicó.
“Llegan mujeres que vienen a levantar la denuncia, asustadas, enojadas y ya cuando están tranquilas no le dan seguimiento a la situación y vuelven a caer”.
Aunque la atención a mujeres víctimas de violencia en el Ministerio Público ha mostrado mejoría, aún está pendiente la creación de un módulo de atención integral, que además del apoyo psicológico, promueva una cultura de prevención, dijo el abogado Gilberto Ornelas.
“La familia debe evitar dar consejos o criticar a las mujeres que estén en un problema de violencia, ya que fuera de ayudarla, le provocan culpa. Pueden rescatarla si la escuchan y le hacen saber que tienen personas que las quieren y las apoyan”, manifestó el psiquiatra édgar Saldaña Lemus.

TESTIMONIOS

Vive 13 años de abusos

Por tercera ocasión Mónica López acudió a las instalaciones de la Unidad de Atención Integral a la Mujer de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del Estado a denunciar a su pareja, quien la ha golpeado desde hace 13 años.

“Ya iba de salida a trabajar cuando mi pareja comenzó como todos los días con los celos, que quién me había regalado la ropa que traía y comenzamos a discutir y me jaló la blusa y pantalón hasta romperla”, relató,
En los últimos años Mónica y sus tres hijos aprendieron la dinámica de la agresión, pues mientras el padre violenta a su pareja los niños corren a la calle a buscar una patrulla.
Los empujones, cachetadas, golpes, gritos y humillaciones iniciaron durante y el primer embarazo de Mónica, cuando tenía 17 años de edad; tuvieron que pasaron 11 años para que la víctima denunciara los hechos.
“Un sábado en la madrugada llegó a pedirme 50 pesos, yo le dije que no tenía y comenzó agredirme. Ese día estaba lloviendo y por salir corriendo a buscar una patrulla, salí descalza y me resbale, él venía de tras de mí y me arrastró hasta la casa”.
Ya en la casa, comenzó a golpearla hasta dejarla inconsciente, derramada en sangre y con fractura de nariz. A pocos días de la agresión la víctima fue a denunciar, pero el agresor desapareció por un año.
Al regreso, el hombre le pidió perdón a su familia y Mónica retiró la denuncia, pero a los tres meses la violencia regresó al hogar, por lo que nuevamente denunció a su pareja.
“Cuando lo volví a denunciar, él se presentó a declarar y no sé qué dijo que la denuncia no siguió. Pero ya no aguanto, ya estoy cansada, quiero estar sola con mis hijos, ya entendí que no va cambiar”.
La mujer violentada teme que su pareja pueda llegar a matarla, pues luego de la última agresión, mientras la policía se lo llevaba, le gritó que esta vez sí haría algo que valga la pena para estar en la cárcel.

La golpea por pedirpara el gasto

A los pocos meses de cumplir 15 años de edad, Sara Muñoz se embarazó, por lo que decidió vivir en casa de los padres de su pareja, donde por más de 6 años ha recibido agresiones.

“Desde un principio me agredió, cuando le dije que estaba embarazada me dijo que de quién era, que él no era el papá y comenzó a insultarme, decía que yo andaba con otros hombres, pero al último me fui a vivir con él”.
Sara, quien tiene dos niños de 5 y 3 años, comentó que su pareja es de oficio albañil y trabaja de manera temporal, sin contar con un ingreso fijo, por lo que al pedirle el gasto para sus hijos, recibe sólo golpes.
“Siempre ando apenas, y mi suegra es la que me anda dando el taco para mis niños, y si le pido a “éste”, no me da nada y me va a golpear”.
Hace un mes, Sara decidió denunciar a su pareja por pensión alimenticia y maltrato físico, esto luego de que los niños le pidieron a su papá para cenar y comenzó a golpearlos.
Cuando Sara intentó defender a los niños, el hombre arremetió contra ella a golpes.
“Me arrastró de los cabellos hasta la calle donde me siguió pateando; mis niños lo agarraban de los pies y le gritaban que ya me dejara, y también me los pateó, y mis suegros pues también le tienen miedo porque nunca me han defendido”.
La mujer fue al médico y resultó con una lesión en el cuello. Platicó que algunas veces no ha querido atenderse por miedo a que le pregunten quién es el agresor.
“Cuando me dejaba toda morada de las cara me ponía hielo o un pedazo de bistec y para los dolores me untaba pomadas, pero esta vez que le pegó a mis hijos ya no aguanté y me decidí a denunciarlo”.
La víctima y sus hijos temen represalias, debido a una orden de restricción que le impusieron.

Inician ataques desde noviazgo

Karina empezó con problemas desde antes de casarse. Llegaba a su casa con marcados signos de violencia física que negaba, hasta que su hermana reveló que el novio la estaba lastimando.

Su familia veía mal la relación que sostenía con “Pepe” (el novio) y en una ocasión intentaron separarlos. Ella alegaba que era más el amor y seguía con su noviazgo. Él le prometía que cambiaría, pero sólo esperó a que estuvieran casados para continuar con las agresiones.
Recién casados se fueron a vivir con la familia de Pepe. Sin embargo sus suegros y cuñadas también la maltrataron. Aun así formaron una familia y tuvieron tres hijos.
“Ya en una ocasión intenté ponerle fin a la relación, separándome de él, pero con que me prometa que va a cambiar y que me pondrá casa, regreso con él”, contó Karina.
A mediados de octubre acudió al Ministerio Público a denunciar a su esposo porque la corrió de la casa en la noche, en pijama y sin sus hijos.
Su familia, con ayuda de una patrulla, pudo sacar a los niños de la casa. Pero la ropa de Karina, así como sus papeles quedaron dentro. Ni siquiera con la presencia de judiciales pudo entrar.
“Mi papá fue por una patrulla y gracias a ello pude sacar a mis hijos, pero dejé las cosas y papeles míos y de los niños adentro. No me dejan entrar para nada”, explicó Karina.
Acompañada de los oficiales, llegó a la casa de sus suegros. La familia de su esposo le entregó un poco de ropa y los documentos del seguro del niño más pequeño que ocupa estudios médicos.
“Los policías me recomendaron sólo tomar un cambio de ropa para mí y para mis hijos, pero mi suegra no me dejó pasar, sólo me entregó una bolsa con mi ropa”, dijo Karina.
Su marido amenazó con quitarles a los niños, ya que conoce a gente con “influencias”, pero su mamá le dice que no se preocupe y que “le eche ganas”. Karina está decidida a rehacer su vida.

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