Acostumbrados a desestabilizar la escena en donde se presentan, Maná prepara en León algo grande.
En la actualidad, Fher Olvera, Alex González, Juan Calleros y Sergio Vallín, mantienen elementos nostálgicos de un concierto de los años 80; como el telón que cae dejando al descubierto la escena y a los integrantes de la banda, unidos a la última tecnología.
En entrevista telefónica con Periódico AM, desde un famoso hotel de la Ciudad de México, Sergio Vallín, guitarrista de Maná, platicó sobre los elementos más sobresalientes del tour “Cama Incendiada” que llegará en 10 días a la ciudad.
“Nos gusta estar en cada detalle. Como sabes nosotros componemos, arreglamos, producimos y a la hora de presentar el show en vivo nos interesa que la gente nos vea y escuche lo mejor que se pueda, entonces no escatimamos en nada.
“En esta producción traemos más de 80 toneladas de equipo, una iluminación impresionante, pantallas que permiten ver como en un estadio, hasta el último rincón. Lo más importante es que estamos mejor que nunca, con una vibra y energía especial en el escenario y tratamos de que el público sea como un integrante más de la banda. cada concierto es una gran fiesta con detalles de fuego, iluminación ¡ya verán!, detalló el músico.
‘ENAMORADOS’ DE LEÓN
En 2017 la banda cumplirá 30 años de trayectoria, y parte de ese caminar inició en los antros y bares de León.
Aunque Vallín se integró a Maná antes de la grabación del disco “Cuando los Ángeles Lloran” en 1995, comparte las anécdotas de sus compañeros que prácticamente comenzaron en La Capital del Calzado.
“Tenemos un cariño especial por León, hemos ido desde ¡ufff!, hace muchísimos años como Sombrero Verde. La ciudad y su gente han visto cómo Maná ha crecido.
“Me acuerdo cuando íbamos al Jardín de las Aves hace más de 20 años, la pasábamos muy bien, el público es muy amoroso y muy fiel. León ha sido nuestra vecina siempre y en mi caso, antes de que entrara a Maná iba mucho a León, iba a tocar con la Banda Safari (Aguascalientes) que era con la que tocaba, siempre nos han recibido muy bien y a a parte son nuestros vecinos. Yo visito mucho León, con el rollo de la ropa, el calzado, me surto mucho de zapatos y pieles, tengo buenos amigos allá”, contó Vallín.
VIVEN LA NOSTALGIA
La discografía de Maná se presenta en todos los formatos: vinilo, cassete, películas en VHS y DVD; por lo que son fieles testigos de la evolución del formato y la forma de comercializar la música.
“Se extraña de repente todo lo que sucedía para comprar un disco, desde ir a la tienda de discos y que los encargabas porque en nuestras ciudades no había. Esa espera, era como un ritual tener un disco: el arte de la portada, el olor, ese contacto visual, pero todo ha cambiado. Jamás se había escuchado tanta música de manera tan fácil y accesible como ahora.
“¿Quién iba a imaginar que tendrías en tu celular todos los discos de tu artista? Me parece maravilloso, especialmente para las nuevas generaciones, pero de alguna forma ha afectado en el sentido que antes te costaba trabajo, energía y ahora le aprietas el botón y de manera ilegal lo descargas, que eso no se vale. Sin embargo, que esperanza de tener acceso a la música del mundo”, resaltó.
El compositor de 43 años, habló sobre la relación que tiene con la banda, la que como el matrimonio, se ha fortalecido con buena comunicación.
“Vamos por los 30 años (de trayectoria) y no ha sido fácil, pero tampoco tan difícil; el pegamento que nos ha mantenido unidos es el amor por la música, el hacer discos, subirnos al escenario, y dar lo mejor de nosotros, nos divertimos mucho, somos buenos amigos, por supuesto tenemos diferencias, cada uno tiene su carácter pero esto es como un matrimonio en el que hay que sacrificar cosas para que sea lo mejor para la banda. Nos queremos mucho”, compartió.
APOYA A SUS HIJOS
A pregunta expresa sobre el camino que siguen sus hijos, Vallín respondió que los apoya en cada una de sus decisiones, así como a él lo apoyaron sus padres.
“Dos de ellos están inmersos en la música, otro de ellos es chef y cada uno de ellos va encontrando su camino y como papá, hay que apoyarlos. Siempre recibí ese apoyo desde niño, junto a mis hermanos, los tres desde muy pequeños estuvimos en la música y a pesar de que mis papás tuvieron una vida conservadora, les demostramos que todo esto lo tomamos muy en serio desde pequeños; a mí me tocó dar clases y tocar en bandas, en restaurantes desde los 16 años y era algo muy evidente y que a mis papás no les quedó más que darnos la bendición (risas)”, finalizó.
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