Un hombre de la tercera edad chocó contra un árbol en los 100 metros y sus familiares ignoraron las órdenes de la autoridad y lo resguardaron en un domicilio particular, manifestando que estaban en comunicación con el secretario de Seguridad Ciudadana Juan Carlos Rodríguez Rizo.
El accidente ocurrió poco antes de las 8 de la noche, en Paseo de la Rivera en la zona conocida como, los 100 metros, en la colonia Rinconada del Refugio, lugar al que elementos de Tránsito Municipal llegaron para tomar conocimiento.
Según el peritaje de las autoridades de vialidad, el accidente ocurrió cuando el conductor de una camioneta Dodge Ram color gris, modelo 1990, conducida por Francisco Javier Ortiz Pérez de 72 años de edad, de la calle Fray Alfonso en la colonia El Refugio, circulaba sobre Paseo de la Rivera, después de cruzar la calle Fray Alfonso, el conductor tomó el carril de sentido opuesto a su circulación, ya que el otro carril estaba bloqueado por motivo de unas obras que hacen en la zona.
Debido a las marcas encontradas, los oficiales determinaron que la camioneta era conducida a exceso de velocidad, por lo que el chofer perdió el control y se subió al área del jardín hasta detener su marcha al impactarse de frente contra un árbol.
La camioneta fue la que resultó con mayores daños, así como el machuelo de la banqueta, al lugar fue requerido el apoyo de paramédicos de Protección Civil quienes dieron los primeros auxilios a Francisco Javier Ortiz quien sólo resultó con golpes leves, sin ser necesario su traslado a algún nosocomio.
Cuando los elementos solicitaron la documentación al conductor se dieron cuenta que este emitía un supuesto aliento alcohólico, por lo que se lo llevarían a las instalaciones de Tránsito Municipal para hacerle su examen.
Al lugar llegaron varias personas que dijeron ser familiares del accidentado y se negaron a que los oficiales se llevaran al conductor, apoyados de un hombre que fue identificado con el nombre de Gregorio González, dijeron a los oficiales de Vialidad que Javier Ortiz está delicado de salud y haciendo caso omiso a las órdenes de la autoridad se lo llevaron a un domicilio particular cercano y así evitaron que se le practicara la prueba del alcoholímetro.
Los familiares pidieron a la autoridad que trajeran el aparato del alcoholímetro a donde estaban, y manifestaron tener contacto vía telefónica con el secretario de Seguridad Ciudadana Juan Carlos Rodríguez Rizo, para solucionar el conflicto.
Los oficiales, quienes solamente cumplían con el procedimiento marcado en la ley, solamente les quedó llevarse el vehículo siniestrado al corralón para dejarlo a disposición del juzgado municipal.

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