Hay personas que llevan su fascinación por los tatuajes más allá de lo convencional, por esa razón llegan a cambiar el blanco de sus ojos por colores llamativos.
Tatuarse los globos oculares es una moda que cada día va creciendo más y más. Para una persona aprensiva el imaginar una aguja acercándose a su ojo puede ser suficiente, además de poco saludable y arriesgada, mientras que para otra gente se trata solamente cambiar su apariencia.
La técnica para este tipo de tatuajes consiste en inyectar un pigmento directamente en el globo ocular, el color descansa bajo la capa superior del ojo.
Una inyección de tinta es suficiente para cubrir una cuarta parte del ojo, por lo cual harán falta más sesiones para pintar por completo la esclerótica.
Aquellos quienes deciden cambiar sus globos oculares deben estar conscientes que es un color para toda la vida, además de que representa un gran riesgo, pues puede provocar infección, inflamación y hasta ceguera. Por esta razón en algunos estados de Estados Unidos se ha prohibido esta peligrosa moda.