¡La cama ardió en León!
Maná presentó lo mejor de su repertorio en Poliforum ante más de nueve mil personas.
Desde temprano, fans de todas las edades se arremolinaron en la entrada de la sala C1, donde el equipo de seguridad de grupo Omega lanzó la recomendación: “¡Todos con boleto en mano, por favor!”.
A minutos de las 8 de la noche la figura de Mauro Boselli llamó la atención; el futbolista del Club León entró al backstage acompañado de cuatro personas para entregar a Maná la playera esmeralda. Ahí hablaron del Bicampeonato del León y de los buenos recuerdos que Rafa Márquez (amigo de la banda) tiene del equipo.
Otros afortunados tuvieron la oportunidad de saludarlos, como Octavio Sandoval quien cumplió el deseo de su pequeño hijo, quien quería conocer al baterista Alex González.
Después de las 9:27 de la noche, la cuenta fue regresiva y una manta de más de 20 metros de altura como se acostumbraba en las viejas tocadas de rock), cayó y dejó ver las siluetas de Fher Olvera (voz), Sergio Vallín (guitarra), Juan Calleros (bajo), Alex ‘El animal’ González (batería) y los músicos invitados Juan Carlos Toribio (teclados), Fernando Vallín (guitarra), y Héctor Quintana (percusiones).
La primera de la noche fue: “La Prisión”, seguida de “Adicto”, parte del nuevo disco “Cama Incendiada”.
“¡Leoooooón!”, exclamó Fher.
“¡Hola León!, es un placer estar en la ciudad donde comenzó nuestra carrera. Desde aquí vamos a encender una vela de esperanza para la conciencia, la esperanza”, pidió Fher.
Enseguida se encendieron decenas de celulares en honor del respeto a la selva amazónica y la naturaleza, fieles a su filosofía de “Selva Negra”.
“Clavado en un bar”, “Mariposa traicionera “Labios compartidos” y “Rayando el Sol” no pudieron faltar en el repertorio.
A las 11:30 de la noche, los músicos se despidieron de los leoneses, Fher cargó a una niña y Alex regaló los parches de la batería.

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