La reciente llegada a las pantallas de una nueva película de Superman, a 75 años de su primera aparición en las páginas de una historieta, ilustra el perdurable impacto que la cultura del cómic tiene en la sociedad actual.
De las publicaciones populares en que habitaban hace más de medio siglo, los superhéroes, aventureros, detectives, guerreros espaciales y hasta cazadores de monstruos han sabido incorporarse a cuanta nueva manifestación han traído los tiempos: desde el cine en tercera dimensión a videojuegos con gráficas de última generación.
Tradicionalmente asociado a una audiencia adolescente, el cómic se ha sofisticado, madurado y alcanzado fanáticos de todas las edades, capaces de reconocerse sin mediar palabra y de trenzar intensos debates acerca de si son mejores los Avengers que los socios de la Liga de la Justicia.
Para algunos afición, para otros una forma de subsistencia o materia de comunicación, la cultura del cómic se cuela a las vidas cotidianas de muchos guanajuatenses.
Héroes en el tablero
En días laborables Alejandro Beltrán y Édgar García de León son estudiantes de sistemas computacionales; pero el sábado se convierten en guerreros de Heroclix, un popular juego de mesa en el que figuras en miniatura se enfrentan en un combate de estrategia.
“Desde que tengo memoria soy fan de los cómics, y en especial de los personajes de Marvel. Conocí el juego y se volvió un vicio sano, que ahora nos da pie a mucha gente para juntarnos y convivir”, platica Édgar.
Estos jóvenes son sólo dos de los muchos que regularmente se reúnen cada sábado en el sótano de la Plaza de la Tecnología para jugar Heroclix, cuyas figuras más populares provienen del universo del cómic, aunque también hay algunas de videojuegos y películas.
“Creo que la afición por el cómic es muy grande, aunque ya no tanto en los jóvenes, sino en gente algo mayor. Los chavitos se fijan más en los juguetes, pero hay muchos que nos acordamos de los cómics de antaño y todavía los buscamos”, afirma.
El bazar de las figuras
Dejen que los amantes de las antigüedades vayan al anticuario. Los fans de hueso colorado de las figuras de acción más bien recurrirán a una tienda como Collectors Asylum, un local de la Plaza de la Tecnología totalmente copado por figuras de superhéroes de todos los tamaños.
Mario Ramírez es el anfitrión de este pequeño negocio, que originalmente nació como un puesto de la Línea de Fuego hace más de tres años y que el año pasado adquirió más formalidad, proveyendo a los aficionados al género de figuras procedentes de Estados Unidos y Europa.
“La afición al cómic goza de muy buena salud actualmente, gracias principalmente al impacto del cine. Quienes más compran son personas de los 25 a los 35 años, gente que ya tiene el gusto y son muy selectivos. No se dejan llevar fácilmente por la novedad y a menudo hacen pedidos personales”, comenta Ramírez, él mismo un gran coleccionista.
Este marchante de las figuras reconoce que es difícil estar en el mercado por las fluctuaciones del peso contra el dólar, pero que hay adeptos los suficientemente fieles para gastarse hasta dos mil pesos en uno de los especímenes más exclusivos, “aunque no cualquiera lo hace”, comenta.
En las ondas hertzianas
El cómic también entra por los oídos. Por lo menos eso es lo que han intentado desde noviembre del año pasado Édgar Escobar, Armando León, José Luis Pescador y Einnar Espinosa, cuatro artistas visuales y “comiqueros”, creadores del podcast “Geek ‘O’ Mando”.
Invitado a la pasada edición del Comic Fest León, el equipo de “Geek ‘O’ Mando” confirmó que próximamente el podcast se convertirá en una emisión regular de Radio Universidad de Guanajuato, llevando a las ondas hertzianas una tertulia muy informal, alivianada e irónica sobre el mundo del cómic y sus derivaciones.
José Luis Pescador, mismo realizador de historietas (recién terminó una adaptación a cómic de la película “El infierno”), afirma que en la localidad hay mucha gente profesional dedicada a esta manifestación, aunque hacen falta espacios de difusión para hacerlo del conocimiento general.
“Casi todos nos conocemos, pero no nos vemos mucho más que en eventos como el Comic Fest. Queremos organizarnos para ir juntos al Festo Comic (Festival de Autores de Cómic) en la Ciudad de México y hacer buena presencia del cómic del Bajío”, expresa.
Superhéroe guanajuatense
No todos los superhéroes trabajan en Metrópolis o Ciudad Gótica. También está Pancho Rodríguez, el protagonista de la historieta “Mecánico de amor”, realizada en Guanajuato capital por Chepe Rodríguez, un diseñador gráfico egresado de la UG, afecto al cómic desde la infancia.
“Mecánico de amor” es tributario de la mitología popular ligada a la lucha libre, la tradición oral mexicana, el cine de serie B y la picardía mexicana. Un cómic muy enraizado en la cultura popular nacional cuyo primer número salió hace año y medio y está por llegar a su octava entrega.
“He dibujado desde niño y tenía la inquietud de crear mis propias historias. En este proyecto quería hacer algo que tuviera que ver con nuestra propia identidad y entorno, rescatando también la estética de las impresiones planas de antaño, como lo que se veía en Kalimán. Hacer algo que tuviera que ver con nuestro folclor, la cultura callejera y las leyendas urbanas”, platica Ríos.
Pancho Rodríguez, el personaje creado por este artista guanajuatense, es un mecánico que regresa a su tierra natal en la costa y redescubre a su padre fallecido: un luchador y estrella del surf, del que heredará sus talentos para luchas contra amenazas tan desorbitadas como los Señores Lobo o la Lobota Canosa.

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