Ben Roethlisberger dijo que abandonó el encuentro del domingo ante Seattle por una jaqueca. El entrenador Mike Tomlin mencionó en cambio que el jugador emblemático de la franquicia había sufrido una conmoción cerebral.
El hecho es que el quarterback de los Acereros de Pittsburgh seguirá sujeto al protocolo obligatorio de la NFL sobre conmociones cerebrales esta semana, mientras su equipo se prepara para enfrentar a Indianápolis.
ajo el mismo protocolo se encontrará el linebacker Ryan Shazier, quien salió del campo en el segundo cuarto del encuentro que los Acereros perdieron por 39-30 ante los Halcones Marinos, también tras mostrar síntomas de una conmoción.
“Haremos lo que siempre hacemos con estos chicos”, dijo Tomlin. “Seremos muy diligentes con su atención. Nos inclinamos por los consejos de los expertos en nuestro equipo médico”.
Las declaraciones cautas de Tomlin contrastan con la versión que Roethlisberger dio en su aparición semanal en una radioemisora local, describiendo su condición como una “migraña por traumatismo ocular”, que limitaba su visión periférica. Afirmó que ese síntoma había desaparecido después de unos 30 minutos.
En alerta por el “Big Ben” Roethlisberger
El quarterback de los Acereros de Pittsburgh seguirá sujeto al protocolo obligatorio de la NFL sobre conmociones cerebrales esta semana.