En Cuesta Blanca, en el Barrio de Santa Elena o en algunas zonas del pueblo de La Laguna se conservan las pastorelas, una de las reliquias más genuinas del teatro popular, cuya representación tienen de fondo el nacimiento de Cristo.
En 1978, el escritor y académico laguense Alfonso de Alba relató la importancia de las pastorelas en Lagos de Moreno en su obra “La Pastorela en Lagos”, donde destacó que éstas representaciones habían sido ya estudiadas por investigadores nacionales y extranjeros.
Alfonso de Alba citó las pastorelas representadas en este municipio, en algunos barrios y en las huertas del otro lado del río llamada “La Otra Banda”. El escritor detallaba el escenario y personajes de las pastorelas que desarrollaban su presentación abordando el tema del Nacimiento de Jesús.
En cuanto al escenario, especificó que bajo los árboles de alguna huerta eran colocadas tres o cuatro lumbradas de leña en derredor de una superficie que no excedía los cien metros cuadrados, los invitados se colocaban alrededor de éste.
A la derecha, había un nacimiento forjado con ramas, los santos peregrinos y una canasta colmada de colaciones y dulces, diametralmente opuesto se hallaba un infierno, conformado por un telón aterrorizante de un demonio, un anafre con carbón encendido y un encargado de arrojar a la lumbre puñados de azufre mezclado con azúcar para producir llamaradas gigantes, describió.
Los personajes
Una docena de pastores vestidos de blanco, con un alto báculo forrado de papel en la diestra y colgando de la parte superior innumerables listones de colores. Dos pastoras Gila y Susana, cuatro diablos Luzbel, Asmodeo, el Pecado y Lucifer.
Un ermitaño con quemaduras desde el sayal del cuello hasta los pies, propinadas por los demonios siempre dispuestos a distraerlo. El arcángel San Miguel, con una espada toledana en la diestra, también detalla una representación muy mexicana, un charro con espuelas, sin caballo siempre floreando la reata y lanzando o tratando de hacerlo, algunos demonios o al ermitaño.
Alfonso de Alba destacaba como personajes importantes a Bartolo, El Loco y El Ermitaño.
De todos ellos, describía las actividades múltiples que realizaban. “Hacen monólogos con la indefectible tonada aldeana que acentúa la mala dicción y métrica del verso; dialogan entre sí, cantan y danzan, todo acompasado y con gran concierto, abordando sobre el nacimiento de Jesús”.
Historia de las pastorelas
El académico refiere en su escrito las pastorelas escenificadas en Lagos de Moreno y añade que los antecedentes más remotos de la pastorela parten de los primitivos “Autos de Navidad de la Europa Medieval” (textos anónimos). Y que el primer monumento de la historia del teatro español lo constituye el “Auto de los Reyes Magos”, escrito tal vez en el siglo XII.
Representaciones similares se encuentran en Francia, en los países bajos, y en Austria. En México en 1954 se presentó en la “Sala Moliere” una pastorela austriaca con personajes y trama semejantes a éstas, explicó.
Las pastorelas hoy
Las representaciones de las Pastorelas persisten hoy en día en algunas colonias de Lagos de Moreno, como El Mosaico, en el Barrio de Santa Elena, en La Adelita, en La Ladera o en Cristeros. Otros lugares en los que años anteriores todavía se podían disfrutar eran en Cañada, El Tepetate, San Jorge, El Ojuelo, El Puentesito y en Los Chirlos, comentó Don Ángel Veloz. organizador de las presentaciones a cargo de “Los Pastores Veloz”.
Luego de haber pertenecido al grupo del Mosaico y al de Santa Elena, don Ángel Veloz y familiares decidieron, hace aproximadamente 20 años, crear un grupo de pastores que inicialmente fue nombrado “Grupo Cuesta Blanca”, posteriormente, y al ver que la mayoría de sus integrantes eran familia, decidieron cambiar el nombre a “Pastores Veloz”.
En esta temporada, los 16 integrantes del grupo ofrecerán alrededor de 10 funciones, comenzaron el 24 de diciembre en la esquina de las calles Abraham Vega y Hermión Larios y culminarán el 16 de enero en el Pueblo de Moya.
El resto de las Pastorelas tendrán lugar en la calle Nicolás Bravo, en la Padre Torres, en la Privada Aldama detrás del panteón, en la calle Independencia de San Felipe (5 de Enero), junto a la Preparatoria Regional (6 de enero), a un lado del kínder de Indeco (8 de enero), el 9 de enero en la Privada Barilleros y el 12 del próximo mes en Cuesta Blanca.
Son 10 las principales escenas en donde se harán presentes los diablos, los ángeles, el ermitaño, los pastores y otros, dando vida nuevamente a esta tradición.
Alfonso de Alba, en su obra “La Pastorela en Lagos”, indicó que “No deben dejarse al abandono las pastorelas como género literario de tono menor, de verbena popular y humorismo sencillo, deberían fomentarse por cuanto significaron y pueden aún significar como torrente de vitalidad,
autogeneradora de formas nuevas, inagotables de expresión, y de exteriorización populares. Son en sí mismas un intento de liberación de las clases humildes que al romper viejas sumisiones hacen mofa, fina o grotesca, de todas las entidades intocables”.
Reflexiona sacerdote en Navidad
El párroco de la Asunción, José Luis Aldana Wario, y el sacerdote Francisco Esparza Chico, concelebraron la misa de Nochebuena ante cientos de fieles.
Aldana Wario hizo una reflexión en su homilía sobre el nacimiento de Cristo, se arrulló al niño Jesús y se bendijo el nacimiento de la parroquia.
“Esta es una noche especial, es el momento en que la humanidad y la divinidad encuentran una relación profunda con el nacimiento de Jesucristo”, señaló.
“Después de la noche de Pascua y de la Resurrección, esta es la noche más alegre y más significativa para los cristianos, porque Jesucristo nos invita a contemplarlo”, indicó el sacerdote.
“Jesús nace como un anónimo, como alguien a quien nadie espera, y es la humildad y pequeñez la que lo viene a recibir, quién hubiera dicho que el que viene a destronar a los poderosos llegara sin armas, sin prestigio y llegó a este mundo como llegamos nosotros, lloramos, con hambre, con frío y compartiendo la pequeñez de los que no tienen voz y de los que no son nada en esta sociedad”, dijo.
“A nosotros nos gustan las cosas grandes, los aplausos, pero a Jesús no le gusta eso. Él, aunque es la palabra, llegó en silencio, aunque es el camino, necesita que le enseñen a andar, aunque es el dueño de todo, nació sin nada”, enfatizó en la homilía.